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Para Yoongi, era normal que sus días se consumieran en trabajo y siestas largas de ocho horas en sus días libres, pero desde que cierto pelinegro alteró su monótona rutina con persecuciones de traficantes, una búsqueda a otra ciudad, e irrumpió en su apartamento durante la madrugada, y luego volvió a desaparecer de su vida como si nunca hubiera molestado, todo se siente extrañamente normal.

¿Pero por qué? El tenía una vida antes de conocer a Park Jimin y ahora que se fue no tendría por qué ser diferente. Entonces, creyó que ya era hora de buscar un compañero con quien compartir su vida.

Así que decidió adoptar una mascota.

Un domingo por la tarde visitó un refugio de animales abandonados cerca de su casa. Había más de doce perros adultos, y varios cachorros, incluso recién nacidos. Yoongi había pensado en adoptar un cachorro bebé, pero luego consideró que pasaría bastante tiempo fuera de casa y un perro recién nacido requería de mucha atención. Y teniendo en cuenta que su monoambiente es un espacio reducido, entonces terminó por decidir que sería mejor opción un perro de raza pequeña y de edad adulta.

Así es como, al final del pasillo, en la última jaula de la derecha, un perro de raza caniche estaba durmiendo plácidamente en una cama improvisada sobre un cartón en el suelo. Ni siquiera se inmutó por los ladridos de los demás perros ante la prescencia de una persona desconocida en el refugio. Yoongi se río, supo que entonces ese debía ser.

Había un pequeño cartel pegado en la jaula que decía "Holly".

-¿Holly? -llamó él, poniéndose de cuclillas. Ante la mención de su nombre, el caniche levantó la cabeza rápidamente, como si nunca hubiera estado durmiendo, y alzó sus orejas con atención-. Hola.

El perro movió su cabeza hacia un lado y comenzó a gruñir en cuanto Yoongi se acercó más.

-Es un poco desconfiado, no ha tenía buenas experiencias con los humanos -dice la mujer a sus espaldas, la dueña del lugar y encargada de los rescates y cuidados-. Créeme, fue toda una odisea curarlo, bañarlo y darle de comer las primeras semanas. Pero es un buen chico.

-¿Chico? Creí que era hembra -dice Yoongi, metiendo lentamente sus dedos dentro de la jaula, Holly gruñe en advertencia.

-No, Holly es macho, y tiene cuatro años de edad -la mujer ve que, ante la insistencia del pelirrojo, el caniche se acerca receloso a olfatear sus dedos. Para su sorpresa, Holly deja de gruñir en cuanto huele su aroma y pronto está moviendo la cola con frenesí, dando vueltas en su lugar y ladrando-. Oh, parece que le gustas.

Yoongi tiene una sonrisa amplia de oreja a oreja por la ternura que siente al verlo. Solo basta con su palabra para prometer que cuidará bien de Holly y minutos después marchaba a casa con el caniche agitando la cola y tironeando de la correa que acababa de comprarle al querer corretear por la acera. Además de eso compró una bolsa gigante de alimento y algunos juguetes

Así fue como Holly llegó a su vida.

Durante dos semanas Yoongi se ocupó plenamente de su mascota y del trabajo. Y faltó a dos reuniones de NA, llamando de inmediato la atención de Seokjin que apareció en la lavandería un lunes por la mañana.

-¿Adoptaste un perro? -Jin lo miró con la frente arrugada, y Yoongi asintió con total serenidad mientas doblaba ropa-. Vaya, eso es nuevo -y luego de algunos segundos agregó con una sonrisa-. Me gusta.

Broken | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora