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Al cumplirse dos semanas desde que Jimin salió de rehabilitación, los problemas comenzaron a aparecer.

Contenerlo fue difícil. Intentar ayudarlo fue agotador. Y que mejorara su conducta prácticamente imposible.

Jimin era rebelde y absoluto. Un joven acostumbrado a obtener lo que quería por su propia cuenta, ajustándose a sus medios para lograr sus propósitos. Sin necesidad de pedir ayuda, él se las arreglaba solo desde que era pequeño. Siempre fue un joven con una libertad peligrosa.

Jimin es un adicto, y se meterá en problemas una y otra vez hasta aprender la lección.
Si es que algún día lo hace.

La gota que revalsó el pequeño vaso de su paciencia fue una discusión precipitada e impetuosa que tuvo con su hermano mayor. Eso desató una pelea y eventualmente el golpe final.

Cuando Yoongi fue a la reunión de NA ese medio día esperaba encontrarse con Seokjin como siempre. Sin embargo su mejor amigo no estaba, y tampoco Jimin.

Tal vez se les hizo tarde, pensó. Así que se sirvió su café de siempre y se puso a conversar con algunos miembros del grupo para ponerse al día. Pero cuando la reunión dio inicio solo estaba Jaehyun al frente de todos.

Así que sin interrumpir se apartó de su lugar y salió por la puerta de servicio que daba a la parte trasera del edificio. Por alguna razón presentía que algo no andaba bien.

Entonces tomó su celular del bolsillo y marcó el número de su amigo. Al quinto tono Seokjin atendió y luego de que Yoongi le preguntara por qué se ausentó hoy, el mayor dijo:

Jimin se fue.

Yoongi no entendió bien a qué se refería.

—¿Se fue? —pregunta, frunciendo el ceño inconscientemente—. ¿A dónde?

Nam cree que puede estar en Busan, iremos allí ahora mismo.

—¿Busan? —Yoongi seguía confundido, ¿Por qué Jimin volvería a Busan?—. Iré con ustedes.

No es necesario, Yoon, no te preocupes.

—Está bien, no me molesta hacerlo —admite, y se encamina hacia la salida del estacionamiento—. Los ayudaré a encontrarlo.

Fue así como terminó en el asiento trasero del auto de Seokjin, con su mejor amigo conduciendo hacia el sur del país. Namjoon iba de copiloto, y era quien respondía las preguntas contextuales de Yoongi al pensar qué había pasado.

—Tuvimos una discusión, él... Él me reprochó cosas que aún no entiende —Namjoon suspira, mirando por la ventana—. Siempre ha sido muy apegado a Doyung, él está en prisión ahora, y Jimin quería ir a visitarlo pero no se lo permití y entonces enfureció.

—¿Doyung?

—Nuestro padre —aclara Namjoon con cierto tono de desagrado.

Entonces el padre de Namjoon y Jimin estaba en prisión.

—Nunca había visto a Jimin tan... Exasperado —comenta Jin, sus ojos puestos en la ruta y una mano sobre el volante—. Quiero decir, suele estar molesto con ciertas cosas, pero ayer lo vi de otra forma. Parecía haber llegado a su límite, simplemente estaba furioso.

—Puedo imaginarmelo —dice Yoongi, mirando también por la ventanilla del auto.

—Sí... No sé cuándo se volvió tan intratable —dice Namjoon con un deje de melancolía—. Cuando éramos niños Jimin era el demostrativo. Le gustaba ser tierno y dar abrazos. Era pegajoso con todo el mundo, y hasta los vecinos lo adoraban. No tenía vergüenza, ni rencor...

Broken | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora