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Jimin se despidió de Jungkook y se marchó caminando hacia el edificio donde estaba viviendo actualmente.

Eran las siete de la tarde, el límite de horario que habían acordado con su hermano mayor para regresar a casa. Aunque no le agradara tanto la idea de volver temprano a encerrarse en ese departamento y morir de aburrimiento, debía hacerlo. Era una parte del acuerdo.

Ya estaba oscuro y el frío lo envolvía, así que se apresuró a llegar para finalmente resguardarse. El portero del edificio le abrió la puerta muy amablemente, y Jimin se apresuró a tomar el ascensor que dos mujeres estaban por ocupar. Al verlo, una de ellas presionó repetidas veces el botón con la intensión de que el ascensor se cerrara más rápido.

Jimin se frenó y frunció el ceño, llegando a reconocer a una de ellas. La mujer de sombrero lo había agredido verbalmente en una ocasión que compartieron ascensor porque, según ella, Jimin parecía un indigente, que jamás lo había visto en el edificio antes, y lo acusó de estar allí para asaltarla.

El portero del edificio tuvo que intervenir para explicarle a la mujer que el muchacho estaba viviendo en el edificio y que no debía tratarlo así. Ella le exigió saber en que departamento estaba viviendo e incluso hizo que llamaran a Namjoon para quejarse con él. Por supuesto que a Namjoon no le agradó ni un poco el maltrato hacia su hermano y la actitud de la mujer, asi que terminó denunciandola.

Jimin tuvo que tomar otro ascensor ya que las puertas se cerraron en su cara.

Al llegar al piso siete salió y caminó por el pasillo hasta la puerta con el número 201. Namjoon aún tramitaba la tarjeta de acceso para Jimin así que tuvo que memorizar el código numeral. Marcó los números en la pequeña botonera debajo del sensor y escuchó el sonido afirmativo.

Al ingresar al departamento el desorden lo recibió. Había escuchado a Jin decir que llegarían las muestras de los pasteles, y también las invitaciones ya listas para enviar. Aunque no había considerado que serían tantas. En la sala había tres cajas con las solapas abiertas sobre la mesa de café, y algunas pilas de cajas más pequeñas de color blanco y decoradas con cintas de color verde agua; las invitaciones.

Y sobre la mesa del comedor había diferentes tipos de pasteles y cupcakes, de distintos tamaños, colores y sabores. A simple vista todos deliciosos.

También estaba la señora Kim, la madre de Seokjin, quien ha estado frecuentando el departamento para colaborar con la boda de su hijo. Ella y Jin estaban probando los pasteles y discutiendo cuál elegir.

-Hola, llegas a tiempo -Namjoon le sonrió desde la mesa, apunto de llevarse un cupcake de vainilla con cobertura verde a la boca.

-Hola -Jimin los saluda a todos. Jin y su madre también le sonríen.

-¿Cómo te fue con Mingyu-ah? -le pregunta Jin.

-Bien, estuvimos hablando un rato en el parque, y luego me encontré con Jungkook.

-¿Tú novio? -pregunta inocentemente la señora Kim.

-¿Qué? ¡No! -Jimin niega y se ríe nerviosamente, mirando a su hermano en busca de ayuda.

-Jungkook es amigo de Jimin desde hace muchos años, señora Kim. Recientemente han tenido un reencuentro.

-Oh, vaya, eso es maravilloso.

Jimin asiente con una sonrisa incómoda, sobre todo por el hecho de oír una sugerencia semejantemente imposible como el hecho de que Jeon Jungkook fuera su novio.

-Ven, Jimin, prueba uno -Namjoon lo invita con un cupcake que tiene un pequeño cartel informando su sabor: chocolate con almendras.

En realidad no se le antojaba nada dulce, pero Namjoon se veía muy animado a que probara con él así que simplemente lo hizo.

Broken | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora