Broken | yoonmin

02

Kim Seokjin conoció a Min Yoongi
durante una presentación de la escuela.

O en realidad debería decir, en los baños más cercanos al salón de actos; encerrado en un cubículo pequeño mientras lloraba a escondidas.

Fue casualidad encontrar allí encerrado a un chico de tercer año, y él, estando en su penúltimo año, se sintió responsable por el muchachito de inmediato. Lo escuchó, le brindó una mano, y logró hacerlo salir de allí en algunos minutos. Cuando le preguntó por qué razón lloraba él dijo:

"Mis padres no vinieron a verme..."

Su corazón se sacudió ante la triste imagen, y solo guardó silencio, dándole un apretón suave en el hombro y luego le extendió algunos pañuelos descartables para que limpie sus lágrimas. Se veía decepcionado de sus padres por fallarle a una promesa que para él obviamente era importante.

"No llores. Todo va a estar bien"

Le dijo, tomando su mochila para cargarla él mismo y con una sonrisa amena le sugirió ir por un helado. Comenzando una conversación con facilidad, Seokjin supo que el chico se llamaba Yoongi, y que le gustaba el helado de chocolate, pero que su madre nunca podía comprarle uno.

Con sólo unos momentos al lado de Yoongi pudo resaltar dos cosas importantes:

La primera, no era muy hablador. Siendo lo opuesto a Seokjin, Min Yoongi prefería guardar silencio y evitar mantener conversaciones con extraños. Era tímido, pero extrañamente no le molestaba la compañía de Jin. Porque lo hacía sentir seguro, quizá por ser alguien mayor cuidando de él.

Y la segunda, tenía problemas en casa. Específicamente con sus padres.

Jin pensaba que no era normal ver a un niño de trece años con los hombros caídos, la mirada ensombrecida, agobiado, triste, y solo. Significaba entonces que algo no andaba bien con Yoongi y el problema apuntaba directamente a sus progenitores.

Por esto, y porque Seokjin se encariñó rápido con él, fue que se convirtió es una especie de super héroe para el niño Yoongi. Cuidó de él por lo que quedaba del año escolar, y al siguiente año se volvieron mucho más cercanos. Hasta que, ese mismo año, Jin se graduó de la escuela secundaria y luego de las vacaciones se fue a estudiar a una universidad de Japón.

Fue así como Jin consideró a Yoongi como su hermano menor, al que cuidó, consintió, y acompañó por un año y medio.

Asimismo, en algún momento del último año escolar de Jin, conoció al Señor y a la Señora Min. Los padres de Yoongi, infelizmente casados.

En ocasiones, Yoongi se animó a contarle sobre los problemas que tenía en casa, la relación con sus progenitores y cómo eso lo hacía sentir. Jin nunca intentó presionarlo para que hablara con él, sino que esperó a que Yoongi sintiera la confianza necesaria para hacerlo por sí mismo.

Y cuando lo supo acudió a la consejera escolar tan pronto como pudo, desesperado por conseguir ayuda. Como miembro del cuerpo estudiantil y presidente de su clase, Jin tenía tratos con los profesores y el director de la escuela. Gracias a esto fue fácil que accedieran a escucharlo.

Así fue como Jin terminó metido en un problema, porque sus afirmaciones pusieron en aprietos a Yoongi. Y luego de la cita que el director tuvo con los padres de Yoongi las cosas empeoraron. Supo que su intento de solución no sirvió de nada cuando el menor se ausentó varios días a clases y al regresar escondía moretones en su cuerpo.

Ya con catorce años, Yoongi le decía:

"No hay nada que puedas hacer, hyung. Déjalo estar"

Por los meses restantes, lo acompañó la impotencia y la rabia que le causaba sentirse inútil. Porque no sirvió de nada intentar convencer al director para que hiciera algo, porque la psicóloga del colegio se negó a llamar a servicios sociales, y porque los profesores y los demás padres miraban hacia otro lado.