Capitulo 11

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Harrison, ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor, continuaba disfrutando de la velada. No notaría lo que había sucedido con su bebida hasta mucho más tarde, cuando los efectos de la misteriosa pastilla comenzaran a manifestarse...

Harry Potter

— ¡But I'm only human after all ! — canté mientras daba vueltas por los pasillos de quién sabe dónde. — l'm only human after all — Siempre he visto la vida como ese relleno de capítulo, un desperdicio de tiempo, pero no voy a rendirme ante lo que se cruce en mi camino. — Don't put your blame on me — Esa era mi filosofía, ¿sabes? Pero entonces, ¡oh sorpresa!

— ¡Vaya, una mujer de piedra! — exclamé, mirando a la estatua con picardía. — ¿Sabes lo que te falta, cariño? — Esperé expectante, pero después de unos eternos cinco minutos de silencio, decidí responderme a mí mismo. — ¡Pues, un poco de color! Jajajajaja... — No puedo evitar soltar una carcajada. — Ay, Merlin, mi respiración...

Inhala... exhala... inhala... exhala...

— ¡Take a look in tha mirror and what di you see! — Empecé a cantar de nuevo, totalmente fuera de tono. — Or are you deceived — Malditas personas y su falta de ritmo.

¡Ay, mi cerebro!

¡Mi estómago!

¡Mi vista!

Todo se ve borroso... Solo quiero dormir...

¿Mi habitación está a la izquierda o a la derecha?

— ¿Joven Harrison? — me preguntaron de la nada.

— ¡Ay, pero bueno! ¿De dónde saliste? — grité sorprendido al profesor.

— Harrison, no deberías estar despierto a estas horas — me regañó el profesor.

— Pero, profesor...

— Ven a mi oficina, allí podemos hablar mejor. Pareces un poco cansado — dijo él.

— ¡Sííí! — hice un puchero. — ¡Quiero mi cama! — insistí.

— Joven, yo te llevaré a la cama — ofreció el profesor.

— ¿En serio lo haría? — pregunté emocionado, anhelando desesperadamente mi cama mientras mi visión se nublaba.

— Claro, sígueme — indicó, señalando la dirección.

— ¿Me llevará en brazos? — pregunté, señalando mis cansados pies.

— Sí, claro.

Me sentí como si unos brazos me envolvieran, y finalmente me alcanzaron.

— Gracias, profesor Dumbledore — murmuré antes de dejarme llevar por el sueño en sus brazos.

...

Tom Riddle

Unas horas antes del evento...

Harrison se levantó de su silla con elegancia y dirigió una sonrisa educada al profesor Slughorn y a mí antes de tomar su decisión. — Bueno, profesor Slughorn, profesor Riddle, fue un placer charlar un rato con ustedes, pero creo que es hora de que me retire— anunció con cortesía.

— Es un joven bastante serio, ¿no le parece? — comentó Slughorn mientras observábamos a Harrison retirarse.

— Sí, ciertamente lo es — respondí distraídamente, mi mente divagando hacia otros pensamientos.

— Y dime, Riddle, ¿cómo te ha ido? — preguntó Slughorn, intentando mantener la conversación.

— Bastante bien, profesor Slughorn — murmuré con educación, aunque en realidad no le prestaba demasiada atención.

CONTROLLING THE SHADOWSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora