CONTROLLING THE SHADOWS

Capitulo 7

" la historia continúa"

- Un despertar agitado-

Tom Roddle

Hace unas horas me había recostado junto a mi alumno, Harrison Lilian, en una placentera noche de descanso. Pero al despertar, me encontré en una posición peculiar, abrazado por él de una manera tan intensa y apasionada que me dejó sin aliento y confusión.

La sorpresa me embargó, pero no pude evitar notar una presión inconfundible en mi espalda baja. Al procesar la situación, comprendí que había algo más que una simple muestra de afecto en ese abrazo. Era como si un deseo profundo y oscuro se manifestara a través de sus brazos.

La noche anterior, antes de que Harrison llegara, yo me encontraba sumergido en un torbellino de emociones y en el calor inebriante de un Whisky de fuego excepcionalmente fuerte. Sabía que había bebido más de lo debido, pero cuando mi alumno hizo acto de presencia, tuve que fingir sobriedad, algo extremadamente difícil bajo las circunstancias.

Cuando abrí la puerta y me encontré con Harrison cargando numerosas pertenencias, no tuve más opción que dejarlo pasar. Sin embargo, su mirada fue más allá de lo esperado. No era una mirada de amor o cariño, como aquellas que había experimentado con las mujeres con las que me había relacionado. No, en su mirada se entrelazaban el deseo, el miedo y algo más desconcertante: un asco enrojecido que me hizo cuestionar el motivo. Nunca antes alguien me había mirado de esa manera, nunca.

A partir de ahí, las cosas no mejoraron. Mi embriaguez me llevó a hablar más de la cuenta y a entablar un pacto con aquel joven. Nos encontramos sentados en un cómodo sillón, y fue en ese momento cuando Harrison comenzó a relatarme su historia. Inconscientemente, me fui acercando cada vez más a él, buscando captar su fragancia, una fragancia tan común pero tan adictiva a la vez.

A medida que Harrison compartía su trágica historia, sentí una comprensión que nunca antes había experimentado. Surgió una mezcla de lástima y curiosidad, cuestionándome si él era igual que yo, un alma atormentada, o simplemente otro niño más con traumas.

Sin darme cuenta, mientras Harrison revelaba los detalles más oscuros de su pasado, mi mano se posó en su muslo. Cuando me percaté de ello, un impulso incontrolable me llevó a subirla aún más, deseando ver su reacción. Lo apreté ligeramente, anhelando descubrir su respuesta ante mi provocación.

Su reacción superó todas mis expectativas, aunque me aseguré de ocultar mi sorpresa. En silencio, tomé una de las hojas de la tarea de Harrison y comencé a responderla, mientras sostenía otra copa de Whisky de fuego en mi mano. Después de todo, un trato es un trato.

Después de unas horas, comencé a sentirme mareado y cansado, así que me dirigí a mi recámara para ponerme mi pijama, lavarme la cara y los dientes. Justo cuando estaba a punto de acostarme en mi cama, recordé que en mi estudio aún había alguien. Más bien, un chico: Harrison Lilian.

Borracho, me acerqué al chico que estaba dormido en ese momento y comencé a debatir conmigo mismo qué hacer con mi alumno . ¿Debía despertarlo y echarlo? ¿O debería llevarlo a su habitación para que descansara? Si bien la primera opción era la que quería tomar, no deseaba ser descubierto en pijama y borracho. Así que, a regañadientes, cargué en mis brazos a mi estudiante y lo llevé a mi recámara. Una vez allí, lo recosté en mi cama y me acosté a su lado, dispuesto a descansar.

Así es como terminé en los brazos de mi alumno. Una vez que dejé de estar enojado conmigo mismo por mi irresponsabilidad, me di cuenta de que mi alumno tenía un sueño húmedo y su miembro presionaba mi espalda baja. Sin saber cómo reaccionar ante esto, me quedé quieto por un rato.