- PRIMERA PARTE -
Lord Voldemort gana y Harry Potter se vuelve completamente loco.
Queridos lectores,
Les escribo para presentarles mi obra más reciente, una historia que sin duda desafiará las convenciones del universo de Harry Potter. En ella, pre...
Mientras me contemplaba en el espejo del baño de mi dormitorio, noté que mi elección de atuendo era acertada. Los pantalones negros, con un corte formal, se adaptaban a la perfección a mi figura, realzando discretamente mis contornos sin pretensiones.
La camisa blanca que vestía añadía un toque de elegancia clásica a mi conjunto. Sin embargo, lo que realmente destacaba era el chaleco negro que llevaba encima, que hacía maravillas para definir mi cintura de manera sofisticada y sin exageraciones. Además, completando mi estilo, colgaba un reloj antiguo, una reliquia de épocas pasadas. Su esfera marcada y cadena añadían un toque de elegancia a mi apariencia.
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Con las manos traté de acomodar mi pelo, ya que lo traía bastante desordenado. Aunque mi intento por domar mi rebelde cabello resultó horriblemente infructuoso, no dejé que eso empañara mi confianza. Tras ese breve intento de peinado, agarré mi varita, asegurándome de llevarla discretamente oculta en mi chaleco, lista para cualquier cosa. Unas gotas de perfume completaron mi preparación, añadiendo un toque de sofisticación a mi presencia.
Saliendo de mi recámara y pasando por la sala común, noté que muy pocas personas iban tan arregladas como yo. Eso me hizo pensar que no todos los presentes estaban invitados a lo que sería una velada "especial".
Sin darle demasiada importancia a la discrepancia de atuendos, salí de la sala común y me dirigí hacia la bicicleta. Aún quedaban dos horas antes de que comenzara el evento, así que con tranquilidad elegí un libro de la primera estantería que vi y me sumergí en sus páginas. Mi mente encontró un refugio temporal en la historia que se desplegaba ante mí, mientras esperaba el momento adecuado para dirigirme al evento que se avecinaba.
...
Después de una hora y media de inmersión en el libro, decidí dejarlo y dirigirme a tomar un poco de aire fresco en las afueras de Hogwarts. Mientras caminaba hacia allí, mi mente comenzó a divagar por los recuerdos y las experiencias que había acumulado desde que puse pie en esta época.
Había tenido la oportunidad de conocer a los abuelos de muchas personas, incluso un joven Albus Dumbledore, y compartir momentos con la familia Malfoy. Pero lo más reciente y significativo había sido el encuentro con una versión joven de mi enemigo, Tom Riddle.
"Tom Riddle", un individuo que parecía muy distinto al loco y maniático Lord Voldemort que conocía en el futuro. Tal vez aún no había presenciado su verdadera naturaleza. Sin embargo, no podía ignorar que en esta época, era un hombre atractivo con un físico impresionante. Comprendía por qué la gente podía caer en sus artimañas, aunque eso no cambiaba el hecho de que en el futuro se convertiría en un asesino de aquellos a quienes más quería.
