ʟᴀ ᴅᴀᴍᴀ ᴅᴇ ᴘʟᴀᴛᴀ ➽ 𝑫𝒂𝒆𝒎𝒐𝒏 𝑻𝒂𝒓𝒈𝒂𝒓𝒚𝒆𝒏

Capítulo 2. A funeral and an heiress.

«Un funeral y una heredera»

⸙

Los rayos de sol entraban con fuerza por la ventana de la joven, las criadas aún no habían entrado cuando ella ya se encontraba despierta junto al balcón, le gustaba desembarco del rey, pero nada se comparaba a su hogar, las mañanas eran divinas, los sinsajos cantaban y las flores desprendían un olor agradable. Aquí el aire era distinto, salado y con un olor un poco desagua, pero debía acostumbrarse, así serían sus mañanas a partir de ahora. Le prepararon el baño caliente como le gustaba y lavaron su cabello con lavanda, le gustaba sentirse limpia, solía bañarse más de tres veces al día.

-¿Que vestido usará?

Observó el baúl con vestidos, había muchos traídos de Dorne y varios de las ciudades libres con las telas más suaves, escogió uno ajustado hasta la cintura y con caída libre hasta el suelo, su color era un rojo vivo con dorado, hoy le rendiría tributo a su casa materna, la noche anterior había usado los colores de su casa. Hablando de la noche anterior.

Ella y sir Hardwin habían bailado toda la noche, bebieron mucho vino hasta que la joven se comenzó a sentir mareada, el noble caballero la acompaño hasta sus aposentos con ayuda de una criada. Los recuerdo al final eran un poco borrosos pero juraba que la sonrisa del hombre es sin duda una de las más bellas que sus ojos habían visto.

Me gusta su cabello. Murmuró él hombre cuando caminaban juntos.

-¿Ocurre algo?-Pregunto una de sus damas con preocupación.

-¿Eh? ¿Por qué?-Frunció sus platinadas cejas.

-Ha estado suspirando toda la mañana.

-¿Lo hice?-La mujer asíntio-Oh, no es nada, solo... Estoy pensativa.

Sus mejillas se tiñeron de rojo al recordar los dedos firmes del hombre rodear su cintura, la mujer se percató de eso pero no dijo nada, solo sonrió con complicidad. La sentaron para peinar su cabello, estaban a punto de comenzar a recogerlo cuando las detuvo.

-Hoy quiero llevarlo suelto-Dijo firme y segura de si misma, no debía avergonzarse de su origen, viviría por mucho tiempo en este castillo -¿Quizás algún semi recogido con rizos?

-A sus órdenes, mi lady.

Cuando terminaron le gustó el resultado, se veía espléndidas, Lavana era tan hermosa como los dioses lo habían permitido, tenía gracia, elegancia y astucia, sabía cómo funcionaba el mundo de los hombres así que estaba preparada, solo debía fingir demencia y ser una joven más de la corte. Abandono sus aposentos y empezó a caminar por los pasillos, debía buscar a su madre. La encontró frente a la guardería real.

-Buen día, madre-Besó su mejilla.

-Te ves hermosa, querida-Tomó su mano -Hemos sido invitados a sentarnos en el palco real.