ʟᴀ ᴅᴀᴍᴀ ᴅᴇ ᴘʟᴀᴛᴀ ➽ 𝑫𝒂𝒆𝒎𝒐𝒏 𝑻𝒂𝒓𝒈𝒂𝒓𝒚𝒆𝒏

Capítulo 7. The birth of a prince.

Sin corregir<3

«El nacimiento de un príncipe»

⸙

Los aposentos de Levana habían cambiado con el tiempo, antes parecía solo una habitación de huéspedes pero con el tiempo se adapto a ella, las paredes fueron tapizadas con tonos violetas y plata, los colores de su casa. En la gran cama suave y cómoda reposaban dos cuerpos, el hombre rodeaba a la mujer y ella dormía sobre su pecho, su respiración era suave y calmada, hace unas tres horas atrás había tenido una pesadilla, un sueño muy lúcido que la hizo temblar. Ahora su rostro se veía calmado y en paz.

La gran puerta de madera fue tocada con prisa, los toques era fuertes y apresurados, la joven dió un salto en la cama y abrió sus ojos. Se sintió desorientado mientras ordenaba sus pensamientos, el cuerpo bajo el suyo se movió ligeramente. Los toques se volvieron a escuchar y esto hizo que se pusiera de pie con rapidez.

—¿Mi lady?

—Carajo—Murmuró con desesperación—¡Un segundo!—Se acerco al hombre y lo sacudió con fuerza—Despierta.

—¿Hmm? ¿Otra pesadilla?—Su ceño se frunció y la miraba con confusión —Ven aquí, descansa un poco.

—No, no, no—Se negó y jalo de su brazo para hacerlo despertar por completo —Estan tocando, hay alguien afuera.

—¿Qué?—Eso hizo que se pusiera de pie —¿Sir Mormont no debería estar afuera?

—No lo sé —Se apresuro a ayudar al hombre a ponerse sus prendas—Quizas cambio de guardia.

Los golpes se escucharon otra vez y eso hizo que ambos se movieran en silencio por la habitación, Harwin se vistió y dejo un beso en su frente para después salir por la puerta secreta que había usado por meses. Levana miro a su alrededor y trato de que nada estuviese fuera de lugar, se puso su bata.

—Adelante.

La puerta se abrió y una muchacha con toallas y gesto preocupado estaba frente a ella.

—Es la reina.

Su cuerpo se sacudió y se acerco a ella con preocupación.

—¿Que sucedió?

—Esta en labor de parto.

Los paso apresurados por el pasillo hicieron eco por toda la fortaleza, el lugar estaba despierto, la joven reina se había puesto en cinta más rápido de lo esperado y los meses habían pasado rápido, así que la llegada del nuevo bebé era un evento de suma importancia. Caminaba de prisa para llegar a los aposentos de la reina, Alicent le había "pedido" que estuviese entre su corte y el día del parto, no sabía porqué lo había hecho pero era una orden, seguía siendo la reina.

Se encontró con el rey y su mano frente a la puerta, el primero tenía un gran gesto de preocupación, temía que la historia volviera a repetirse.

—Majestad—Se inclino—Lord mano.

—¿Que hace aquí? Debería estar descansando.

—Un nuevo principe o princesa nacerá, es algo importante —Sonrió a ambos hombres—Disculpenme.

Llenandose de valor y fuerza, abrió las puertas y se adentro a los aposentos, las criadas y parteras se movían por todos lados. Las sábanas y toallas tenían sangre. Su ojos se posaron en la cama donde una sudorosa y agotada Alicent se encontraba recostada, una criada le ofrecía su mano pero ella se negó. Un grito salió de su labios y eso hizo que la platinada caminará hacia su lado.