ʟᴀ ᴅᴀᴍᴀ ᴅᴇ ᴘʟᴀᴛᴀ ➽ 𝑫𝒂𝒆𝒎𝒐𝒏 𝑻𝒂𝒓𝒈𝒂𝒓𝒚𝒆𝒏

Capítulo 4. Betrayals come and go.

         

Cuando las palabras esten en cursivas es que están hablando en "valyrio".

Cap sin corregir, pueden haber errores ortográficos<3

«Las traiciones vienen y van»

⸙

                 Se encontraba frente a la enorme puerta de madera que resguardaba uno de los salones de la fortaleza, debía esperar a que el rey permitiera su ingreso al lugar, y cuando así fue, reunió todo el valor que había en su pequeño cuerpo y mostró una impecable sonrisa. Este era el momento decisivo, tomaría muchas decisiones a lo largo de su vida pero quizás está era una de las más importantes. Las puertas se abrieron y un caballero con capa blanca anuncio su nombre.

A diferencia de los demás salones de fiesta que había en la fortaleza este era el más pequeño, no sé había usado en mucho tiempo, pertenecía a la reina Aemma y pudo reconocerlo por la decoración.

Se acerco al rey e hizo una reverencia con mucha elegancia.

El rey no era ciego, bueno, al menos no tanto, reconocía la elegancia y belleza que portaba la primogénita de su primo.

—Tome asiento, lady Levana, pediré que sirvan la cena en breve.

—Gracias, majestad.

Tomó asiento a un costado del rey, la mesa estaba perfectamente decorada y tenía algunos aperitivos y vino de Dorne. El rey hizo una gesto a un sirviente para que le sirvieran una copa de vino.

—Bueno, realmente no sé cómo—El rey carraspeo nervioso—Empezar está velada.

—Nos hemos conocido por muchos años, mi rey—Sonrió la joven igual de incómoda —¿Que tal las cosas en el reino?

El hombre se sintió aliviado al ver que ella diera el primer paso, no tardó mucho en comenzar a hablar sobre política y cosas que ella no entendía pero que serviría para matar el tiempo.

—Fuí informado de que dió un paso con su dragón—El rey la observo beber de su copa—¿Lo disfruto?

Evitó atragantarse con el vino al recordar la extraña y agradable compañía del hermano de rey hace unas horas atrás.

—Reconfortante—Dejó la copa en la mesa—Es muy agradable pasear cerca de los alrededores de la capital.

—Me alegra escuchar eso —Admitió el hombre con sinceridad.

La comida fue servida y su estómago rugió al ver las delicias sobre la mesa, no había comido nada desde la mañana y el olor de la carne asada la hacía babear. Esperó que el rey se sirviera primero para ella después hacer lo mismo. Se mantuvieron en silencio disfrutando de los platillos, él no decía nada y tampoco le molestaba el silencio, y para Levana era igual, disfrutaba del silencio entre ellos.

Bebió otra copa de vino y al no ser tan tolerante al alcohol se sintió mucho más efusiva y alegre.