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Desde la conquista de Aegon, Visenya y Rhaenys Targaryen, todos en poniente y los siete reinos pensaron que las casas Targaryen y Velaryon fueron las únicas en sobrevivir a la maldición de la antigua valyria y traer dragones al...
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Un año y medio había pasado desde su llegada a la corte, el principe Aegon ya había cumplido su primer día del nombre y la celebración del segundo se aproximaba, duraría una semana entera, el rey y su mano no habían descansado hasta hacer de ese el más especial. La primogénita del rey tenía quince días del nombre y al igual que las estaciones Rhaenyra había cambiado, su carácter juguetón había desaparecido con el tiempo y su belleza se había vuelto más madura.
La joven Declarys de dieciséis años caminaba por los jardines, dos mujeres de la servidumbre la seguían en silencio con una cesta y tijeras. Si la princesa Rhaenyra había madurado y ahora su belleza estaba más acentuada, la de Levana se había vuelto aún más exquisita de lo que ya era, su cabello seguía estando largo y había crecido unos centímetros más, pero el cambio más notable era su personalidad. Al estar en la corte rodeada de extraños y ambiciosos se había vuelto más precavida, trataba de no hablar mucho con las personas que idolatraban al nuevo principe y a la mano del rey.
-Esa me gusta-Señaló una rosa blanca.
Le dieron las tijeras y con cuidado corto el tallo de la flor, la llevo a su nariz y olió el perfume de esta. La puso en la cuesta con el resto.
-¿Han escuchado algo referente a la batalla en el mar angosto?-Preguntó en voz baja mientras seguía caminando por los jardines.
-Se dice que la serpiente marina y el principe han perdido muchos hombres.
-Así es-Le sonrió-Vayamos adentro, el sol comienza a molestar.
Obedeciendo las órdenes de la joven una de ellas fue a buscar un jarrón para las flores y la otra acompañaba a la dama de plata.
-¿Cuántos días faltan de celebración?
-Será una semana, se celebrará una gran cacería en el bosque real.
Soltó un suspiro de cansancio y negó con la cabeza, le urgía que la celebración acabará para poder regresar a su hogar, la reina había autorizado su regreso a Fire Storm. Según las cartas de su madre la pequeña Alysa había enfermado nuevamente y está vez su madre se había contagiado, sin embargo aseguraba que no se preocupara ya que no era nada grave.
Pasó frente a los aposentos de Rhaenyra y abrió suavemente la puerta para encontrarla sentada con un libro en la mano.
-¿Estudiando un poco de historia?
-La historia de mis ancestros, conocer cada rey hasta ahora -Le respondió en valyrio sin apartar la mirada de su libro.
-Ire a la guardería real-Salió de la habitación cuando recibió un asentimiento de cabeza por parte de Rhaenyra.
