— ¡Vivan los novios!—
Los gritos y vítores se oyeron de forma estruendosa mientras el confeti caía por sobre la pareja recién casada y los invitados de la iglesia.
Vegetta y Lolito acababan de unirse en matrimonio, ambos estaban felices, su felicidad era incluso contagiosa.
Bueno, había alguien no muy feliz, un chico con orejas de oso que se resignó a sentarse en la última fila de asientos de la iglesia. Ese muchacho oso tenía una cara sería y semblante decaído, al menos tuvo la decencia de sentarse lejos de donde pudiera arruinar la felicidad de los novios.
— ¡Fiesta en mi casa, chicos!— Gritó el de ojos morado.
— Nuestra casa— Lolito le corrigió— Ahora es NUESTRA casa—
Los invitados entonces empezaron a hacer más ruido, lo siguiente que paso fue que todos empezaron a salir de la iglesia. Con el pasar de los minutos, Rubius quedó solo dentro de la iglesia, sentado en soledad mientras se lamentaba.
— Soy tremendo gilipollas— Se dijo a sí mismo.
Rubius se permitió llorar un poco, necesitaba ese tiempo a solas, es más, ni siquiera tenía ánimos para ir a la fiesta en casa de Vegetta. Prefería ahogar sus penas en la primera bebida que pudiera encontrar, así terminará con la barriga llena de agua mineral, él lo haría.
Pero claro que el destino es un hijo de puta con él, pues resulta que todos los negocios del pueblo habían cerrado para celebrar la gran boda de dos de los héroes.
— ¿Es en serio?— Preguntó Rubius al ver el pueblo completamente desierto— Ni siquiera cerraron por la muerte de Alexby, pero sí lo hacen por la puta boda—
Rubius pateó una piedra y gruñó por la frustración, ¿Ahora que se supone que debe hacer? Su casa apenas y tiene recursos para vivir y ni loco toca algo de la casa de Alexby.
— Odio tanto mi vida— Rubius volteó y empezó a avanzar lentamente.
Las bodas tienen alcohol, ¿No? Pues se irá a emborrachar a la boda. Punto final.
Continuará...
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ᴰᵒˢ ᴾᵉᶰᵈᵉʲᵒˢ • ᴿᵘᵇᶜᵏᶤᵗʸ
FanfictionRubius y Quackity son un par de pendejos que perdieron a la persona a quien más amaban pos culpa de sus propias acciones. Irónicamente el tener el corazón roto causará que ambos se unan lentamente.