— Ahora quiere que le baile pegadito, por favor, ponme un danzón— Rubius cantaba mientras miraba el sartén— DJ, ponme un danzón—
El híbrido oso llevaba cerca de unos 15 minutos cocinando algo para él y Quackity, una tortilla española, él no descansará hasta colonizar a Quackity lentamente.
Aunque había algo que le preocupaba y eso era que Quackity no llegaba a casa, ya había anochecido y le preocupaba que el más bajo se metiera en problemas.
— ¡Vieja, ya llegué!—
Rubius suspiró algo aliviado al oír a Quackity gritar fuera de la casa que alguna vez perteneció a Alexby.
Rubius dejo el sartén fuera del fuego y caminó a la entrada para abrir la puerta.
— ¿Dónde estabas?— Preguntó Rubius.
— Fui a buscar algo— Mencionó Quackity levantando un costal pequeño.
— ¿Qué traes ahí?— Preguntó Rubius.
— Es para ti— Quackity le entregó el costal a su novio y Rubius lo abrió para ver.
— ¿Manzanas de Adán?— Preguntó Rubius.
— Sí, tú me ayudaste a disculparme con Luzu y Sapo Peta, yo quería ayudarte también, pero me di cuenta de que tú no tienes por qué disculparte con Vegetta— Quackity empezó a explicar— Lo que tú necesitas en verdad es venganza—
Rubius finalmente entendió las palabras del menor y sonrió.
— Aunque pueden arrestarnos—
— Que nos arresten juntos entonces— Comentó Quackity.
Rubius entonces sonrió mucho más. Corrió dentro para quitarse su delantal, tomar su artefacto favorito y salió junto a Quackity.
El menor se abrazó a su novio, luego Rubius empezó a flotar en el aire y ambos se dirigieron hasta el punto más alto del castillo de Vegetta.
— ¿Cuántas obtuviste?— Preguntó Rubius, sacando una manzana.
— Diez— Quackity respondió.
— En ese caso— Rubius alzó la manzana, dejándola entre el rostro de Quackity y él suyo— Propongo dar la primera mordida juntos—
— Rubius, que galán— Comentó Quackity y se acercó más.
Ambos mordieron un lado de la manzana al mismo tiempo, mientras se veían a los ojos.
Poco a poco, ambos fueron comiendo todas las manzanas, tirando los corazones al vacío hasta que finalmente terminaron todas las manzanas.
— Joder macho, que ya comimos esto y yo estaba preparando la cena— Comentó Rubius, tirando el costal.
— ¿Aún te queda espacio para algo más?— Preguntó Quackity.
— ¿Para qué?—
— Pues no sé, pensé que tal vez querrías comerte un bizcochito— Quackity dijo y guiñó un ojo al oso.
— Creo que aún tengo un poco de hambre— Rubius respondió y ambos saltaron hacia abajo, Quackity hizo aparecer su sombrilla y así empezaron a descender lentamente.
Pocos segundos después de saltar ambos escucharon los gritos de los habitantes del castillo morado. Rubius empezó a reír ante eso.
— ¡VAMOS!— Gritó Rubius— Que se jodan ese par de idiotas—
Ambos aterrizaron en casa y Rubius tomó inmediatamente la cintura de Quackity y empezó a besar el cuello del menor.
— Creo que ya estoy listo para el postre— Comentó Rubius.
— Tómame y no me dejes nunca, cabrón— Quackity sonrió mientras avanzaban hasta la puerta, cerrándola y apagando las luces para centrarse en sus acciones.
Parejas que se vengan juntos, permanecen juntos.
Fin.
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ᴰᵒˢ ᴾᵉᶰᵈᵉʲᵒˢ • ᴿᵘᵇᶜᵏᶤᵗʸ
FanfictionRubius y Quackity son un par de pendejos que perdieron a la persona a quien más amaban pos culpa de sus propias acciones. Irónicamente el tener el corazón roto causará que ambos se unan lentamente.