Nayeon
Me despierto de golpe, no puedo evitar derramar lágrimas y todo mi cuerpo está lleno de sudor. Es algo que suele pasar cada que decido dormir, las pesadillas me atacan, nuevamente vuelvo a sentir que mi cuerpo no me pertenece que está lleno de cicatrices, mires por dónde mires es horrible.
Cuando has pasado por algo malo constantemente te defines por eso, piensas y existes en basé a eso, en basé a lo que viviste.
Los flashback te atacan cuando menos lo esperás y de pronto sientes asco por absolutamente todo. Se repiten una y otra vez, no te dejan en paz y es ahí donde buscás la forma de liberarte de todo eso, la forma de dejar de pensar.
Es algo que yo he buscado una y otra vez, siempre termino bajo la regadera con el agua fría a todo lo que da, ese es mi momento de liberación.
Nunca me libero del todo. Mis demonios siempre logran encontrarme.
Han pasado tres días desde la boda de Jeongyeon y Jimin, solo nos hemos comunicado por unos cuantos mensajes y llamadas. He trabajado la mayoría del tiempo, de día y de noche hasta que mi cuerpo me exige descansar. Esos pequeños momentos de descanso son cuando mis crisis se descontrolan, y por segundos me desconectó, es como si entrara en una ensoñación, al despertar hay sangré y heridas en mi cuerpo.
Salgo de la ducha y me envuelvo en una toalla, evitó mirarme al espejo.
Me cambió con rapidez y salgo de mi cuarto asignado, se supone que hoy no trabajo, pero no me importa, camino hacia el Empire Sun.
Es media noche, así que el lugar esta lleno, me pongo mi placa de reconocimiento para que las personas que vienen a disfrutar sepan que soy mesera, algunas chicas me reconocen, se supone que trabajamos por turnos, he tomado tantos turnos que conozco a cada chica que trabaja aquí, a Irene no suelo verla mucho, de vez en cuando se acerca y me pregunta cómo estoy, luego me pregunta por Jeongyeon y eso es todo.
Unos cuantos clientes me reconocen y me saludan, intento no involucrarme demasiado así que cuando alguien intenta hacer plática respondo con monosílabos y sonrió.
Voy de camino a dejar una botella de vino a un reservado cuando alguien me da un pequeño toque en la cabeza, me parece tan extraño que alguien intenté llamar mi atención de esa forma, pero agradezco que no toque alguna otra parte de mi cuerpo, eso sería terrible para mis nervios, al voltear me encuentro con Taehyung, uno de los ¿Amigos? de Jimin.
El se acerca un poco hacia mi para que pueda escucharlo sobre la música.
—Jeongyeon vino, me dijo que te buscará y te llevará con ella.
Asentí, mi estómago se revolvió por la emoción de poder ver de nuevo a Jeongyeon.
—Ire a llevar esto y enseguida voy.
El negó, me quitó la botella de las manos y se la dio a la primer mesera que paso, ella me miró un poco confundida, le pedí disculpas y le dije donde tenía que llevarla, ella no protesto, Taehyung le dio una mirada como de "si te niegas, te arrepientes".
Todas las personas relacionadas con Jimin, especialmente los hombres eran muy exasperantes.
Seguí a Taehyung, cuando iba por el bar sola me constaba un poco de trabajo pasar por toda esa gente, pero con Taehyung enfrente de mi toda la gente se abría paso como si de un Dios se tratase, tal vez si era un Dios.
Llegamos a un área privada y ahí estaba Jeongyeon no me fijé quien se encontraba en el lugar, en cuanto Jeongyeon cruzó miradas conmigo me lancé a sus brazos, aturdida por mi acción ella tardo un poco en abrazarme de regreso, sentí calidez.
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𝐋𝐨𝐬 𝐈𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨𝐬 [𝘉𝘈𝘕𝘎𝘛𝘞𝘐𝘊𝘌 #1]
De TodoLos Imperios son hijos de la venganza y el odio, nacieron del dolor y la avaricia y estan destinados a terminar en muerte.