Into You › Yoontae

O15

Yoongi quería volver.

Había pasado exactamente una semana ignorando la última mirada que el rubio le dedicó.

¡Dios!, él lo había hecho sin problema alguno. Simplemente lo puso en el lugar más profundo de su mente y de su corazón y le había resultado tan bien.

También ignoró el hecho de que días después de que se dio la noticia de su ruptura, comenzó un rumor de que Kim SeokJin, el único alfa de los hijos en la familia Kim, había empezado a cortejar al rubio. Le molestó, por supuesto que lo molestó, pero él se había alejado para que Taehyung pudiera estar con Kim, sin nadie de por medio.

Él no debía de molestarse, porque gracias a él, eso estaba pasando.

¡Carajo! gracias a él, gracias a que decidió alejarse, SeokJin estaba cortejando a la única persona y omega que quería.

Él era el único culpable, pero no podía hacer nada más, su instinto protector de alfa lo había obligado a eso, pero su instinto de alfa orgulloso; sabiendo que debía dejar der feliz de quién estaba empezando a querer de más, pero también estaba arañándole las entrañas por ser el idiota más grande del mundo.

¿En qué estaba pensando al alejarse?

Y ahora, no podía volver. La gente pensaba que estaba feliz con Hyo Joo, una omega con la que había estado relacionado meses atrás, y que, por consecuencia, ya se había olvidado del bonito omega de ojos azules.

Pero, últimamente estaba sintiendo algo dentro de él. Constantemente tenía la necesidad de correr a toda la velocidad hacia la casa de Taehyung y abrazarlo, olfatearlo y dejar su olor en todo él —características de todo un alfa, eh. —

No sabía por qué, pero él en serio se empezaba a sentir ansioso. Por un momento, creyó que eran los celos de verlo con SeokJin, pero no, era algo más fuerte que unos simples celos.

Era ya inevitable esas emociones.

Entonces, un día cualquiera, Hyo lo invitó a comer un helado. Ella era una omega increíble, y ciertamente, como todo alfa, podría querrer una omega como ella. Yoongi en eso la apreciaba; por ser única.

Hace tiempo, la había conocido en una reunión de los miembros del Parlamento. Ella lucía tan delicada y recatada, pero se veía incómoda entre tanta gente y reuniones, así que Yoongi se acercó y le agradó. Las cosas avanzaron hasta que llegaron a asociarse más íntimamente, hasta mezclarse en lo carnal. Aún así, definitivamente no la quería como pareja y mucho menos omega. Hyo Joo era y siempre sería una gran amiga. Y quería creer  y pensar, que para Joo, era el mismo sentimiento.

Como sea, ellos salieron a una plaza cerca del centro de la ciudad, y se encontraron con la familia de Kim. La Sra. Kim los saludó con una sonrisa nerviosa y el alfa Kim sólo asintió con la cabeza.

—¡Qué agradable encontralos!—dijo Hyo, entusiasmada.

—Sí, es un placer—agregó Yoongi. La Sra. Kim les sonrió y buscó la mirada de su alfa.

Yoongi no entendía nada.

No comprendía por qué la tía de Taehyung lucía tan alterada y buscaba el más mínimo tacto de su alfa. Sabía que los omegas de aquella familia era dependiente por creencias, pero no creyó ni pensó que lo fuesen tanto. Además de qué nunca antes vió a la Sra. Kim de esa forma.

Entonces, vió la bolsa de plástico que el señor Kim, que tenía en su mano izquierda y cómo trataba de ocultarla a toda costa.

Tuvieron una conversación algo forzada y llena de sonrisas incómodas.

—Tenemos que irnos, nuestro hijo nos espera— Pronunció la Sra. Kim, luego de unos segundos de un pesado silencio.

—¿No es usted la tía de Taehyung ?—preguntó Hyo, con el ceño fruncido.

El matrimonio palidecio justo cuando Hyo pronunció esas palabras.

—Umh, no, sí, es decir, sí es nuestro sobrino, pero el tiempo que ha estado con nosotros ha sido un encanto y ya lo queremos como un hijo, puesto que lamentablemente, nosotros nunca pudimos tener uno propio.

Yoongi no le creía absolutamente nada a ese hombre, no luego de ver cómo trató a Taehyung cuando su familia fue a finalizar su relación.

El alfa Kim trataba a Taehyung como un objeto, no como su sobrino, y mucho menos como su hijo.

Yoongi le hubiera gritado "hipócrita" en la cara si toda su atención no hubiera estado en la bolsa que alfa Kim cargaba.

Su respiración se le atoró en la garganta y ahogó un gruñido, sus manos se hicieron puños y sintió el calor subir hasta sus mejillas.

Taehyung estaba en celo.

La pareja parecía que habían ido a aquella plaza a comprar suspensores, y todo lo que creía, Taehyung llegase a necesitar en su calor.

Escuchó el gruñido del alfa, y alzó la mirada, el alfa mayor tenía el ceño fruncido y casi cae de sentón al ver la mirada dilatada de Min Yoongi. Ya no había avellana en sus orbes, ahora sólo había un negro brillante.

Su parte lobuna reaccionó a lo que ya conocía como automáticamente compañero, por lo tanto, quería a Taehyung. Tenerlo. Ayudarlo.

Lo quería, en todos los sentidos, y más ahora para cuidarlo y protegerlo al saber que estaba en celo.

Era por eso que su alfa estaba luchando desde hace días en contra sí para ir hacia el omega. Estaba avisando.

—Tenemos que irnos—sentenció el alfa, y luego de unas sonrisas mecánicas, se alejaron.

—Desde que conocí al alfa Kim, se me hizo un hombre espeluznante y sigo creyendo eso, aunque su esposa parece que es muy dulce, ¿no lo crees?—habló Hyo, quién lo miró. Yoongi estaba tan perdido en sus pensamientos que no le prestó atención—. Yoongi, oye...—volvió a llamar. El alfa la miró interrogante—, bueno, decía que...

—Tengo algo qué hacer. —interrumpió.

—Oh, ¿qué? —Preguntó, decepcionada. —, supongo que tienes que irte ¿no?—Yoongi asintió—. Vale, yo aún tengo ganas de un helado, así que no tengo problema con que te vayas. Yo aún así iré por el helado.

—No, te llevaré a casa. Yo te traje hasta aquí, así que es correcto que yo te lleve de regreso. —dijo el alfa, la omega sonrió negando.

—No, llamaré a una amiga para que venga. En serio, por mí no te preocupes, Yoongi.

—¿De verdad?

—Sí, de verdad.

—Bien—asintió y se acercó a dejar un casto beso en la mejilla de la bonita omega.

Sin pensarlo, ni meditarlo, caminó a la salida.

Tan rápido a como lo pensó, se marchó a paso apresurado. No se sentía bien dejando a Hyo Joo en una plaza sola, pero ella era independiente y sabía que estaría bien, además; había un omega de piel pálida y ojos azules del que necesitaba saber urgentemente.

—Yoonxtaem