Into You › Yoontae

O17

Entró.

En realidad, cuando pensó en entrar, no lo pensó mucho. Él sólo actuó tal y como le dijo su lobo, porque... bueno, él también quería. Ambos estaban listos.

Su respiración se atoró en su garganta cuando la imagen de un Taehyung desnudo y muy, muy húmedo lo recibió; Increíblemente hermoso y perfecto.

Un calor inundó su cuerpo entero y sintió su garganta seca.

Él quería hablar pero ¡Dios!, tenía la garganta tan seca que sabía que no podría formular una palabra, además aunque lo pudiera hacer, la sola imagen de Taehyung retorciéndose con sus dedos dentro de él mismo, lo hicieron sentir muy débil. Débil en todas las formas posibles.

—Omega—dijo Yoongi, luego de unos segundos —que parecieron horas— de estarlo viendo.

Taehyung abrió los ojos con asombro y lo miró.

—Alfa—jadeó y sin querer abrió más las piernas. Odiaba su celo—. Estás aquí.

—Estoy aquí.

Taehyung lloró quedo mientras lo miraba con ojos suplicantes.

—Ven—dijo y cuando vió que el alfa no se aproximaba, suplicó—, por favor.

Yoongi lamió sus labios y se acercó a la enorme cama del menor, con paso lento y cauteloso, como si temiera que en cualquier momento fuera a despertar.

—Por favor—rogó Taehyung.

—¿Qué?

—¡Oh, Dios! No empieces con esos juegos donde tengo que decirte qué quiero porque estoy en celo, es obvio que quiero que me folles. —gruñó, pero sonó más como un lamento.

Yoongi rió y en un brusco movimiento, tomó a Taehyung del brazo y se sentó en la cama con Taehyung a horcajadas en él.

Lo miró fijamente a los ojos, no había rastro del bonito celeste de sus ojos, sólo pupilas dilatadas y un brillo diferente al que siempre tenía, sus mejillas estaban entintadas de carmesí y sus labios estaban tan hinchados y rojos que parecía que en cualquier momento iban a reventar. Era la imagen perfecta de un omega en celo. Yoongi en verdad que no había visto a un omega tan lindo como Taehyung. En todos los sentidos, y menos estando en celo.

Todo mundo debería ver a Taehyung en celo porque era arte, no, mejor que nadie lo viera, sólo él.

¿Por qué Taehyung lucía así, tan perfecto y tan único? Tan suyo.

Sin perder más tiempo, lo besó. Tan sólo rozó sus labios con los del omega cuando el menor ya estaba jadeando, presionó más fuerte y abrió sus labios para tener mejor acceso y el rubio lo siguió dejando que su lengua se adentrara en la boca del omega para explorar toda su cavidad bucal.

Se besaron hasta que sus pulmones exigieron aire, pero Yoongi no tardó en atacar el cuello del menor con lamidas y besos un tanto vulgares.

Taehyung lo empujó hacia el colchón y comenzó a besar su cuello mientras desabrochaba la camisa que llevaba el alfa, con manos veloces se deshizo de la camisa y del pantalón del mayor para luego comenzar a hacer un vaivén sobre la entrepierna de Yoongi.

Min giró con fuerza sobre Taehyung y con una mano tomó las dos muñecas del rubio y atacó sus pezones, dándoles lametones y pequeñas mordidas que lo hicieron chillar.

—Yoongi—gimió cuando sintió los dedos del alfa tocar discretamente su entrada ya lubricada.

Necesitaba, él en serio necesitaba algo llenándolo y si eran los dedos de Yoongi estaría mucho mejor que un simple y normal pene falso, o su vibrador.