Into You › Yoontae

O25

—No quiero entrar—susurró el omega con un puchero en el rostro.

—¿Por qué no?

—Porque no quiero ser una carga, Yoongi. Tal vez debería ir con Soojin o con Seokjin. No quiero que tus padres piensen mal de mí por-

—No lo harán—interrumpió—. Además, no quiero que vayas con Soojin, estoy seguro que te meterá ideas en la cabeza.

—¡Oye! ¡Eso no es verdad!

—Bueno, sé que es tu mejor amiga, pero aún no termina de agradarme. Y no es que sea inseguro, pero sería un idiota si dejo que vayas con Kim Seokjin, no después de lo que pasó con él, la verdad...—

—Yo te quiero a ti. Aunque viviera con él yo te querría a ti, porque tú eres mi alfa ¿Está bien? No me importa nada más, Yoongi.

Yoongi suspiró y dejó en el piso las maletas del omega, tomó con sus manos el rostro del menor y se acercó a él para darle un pequeño beso en los labios.

—Entonces,  si tú quieres, podríamos ir con Seokjin y decirle que te deje vivir ahí un tiempo.

—¿Estás de acuerdo?

—Bueno, yo preferiría que te quedaras aquí, pero si tú no quieres, yo no puedo obligarte.

—P-pero si vivo con Jin, la gente dirá que...–

—No me importa — Yoongi respondió—. No me importa qué digan de nosotros, no me importa que me llamen tonto por dejar que mi omega viva con su ex, yo sólo... sólo quiero que estés bien y feliz, ¿de acuerdo? Si tú no quieres estar aquí, yo no te obligaré.  Sólo quiero que estés cómodo, solo quiero tu felicidad.

—Yo... quiero estar contigo, pe-pero tengo miedo de que tus padres no me acepten aquí.

—Será temporal. Pronto nos casaremos e iniciaremos nuestra vida en nuestra casa.—Yoongi sonrió—. Te lo prometo, bonito.

—Quiero quedarme contigo—susurró apenas audible. Yoongi sonrió y se acercó para besarlo lentamente.

—Te quiero.

—También te quiero.

—De acuerdo, entonces vamos a con ellos—depositó un beso en los labios de Taehyung y se alejó para tomar las maletas del rubio. Caminó con Taehyung detrás de él y tocó el timbre.

Esperaron unos segundo antes de que una trabajadora abriera la puerta.

—Oh, joven Min, permítame ayudarle.

—No te preocupes, señora Lee,  estoy bien. ¿En dónde están mis padres?

—En el comedor, joven. Están empezando a cenar, ¿desean que les sirva también?—
Yoongi miró a Taehyung con una sonrisa tranquilizante.

—¿Quieres cenar?—Taehyung asintió tímidamente y se acercó más al alfa—. Sí, por favor, Señora Lee, en unos instantes estaremos ahí.

—¿Quiere que les diga algo a sus padres?

—Sólo diles que tengo que decirles algo, por favor.

—Claro, joven.

—Gracias—sonrió y miró al Omega—. Sígueme, bebé.

Taehyung caminó unos pasos detrás de Yoongi en completo silencio. Se había arrepentido de haber aceptado quedarse con él un segundo después de que entró a la casa.

Ahora estaba aterrado porque posiblemente los padres –o el padre– de Yoongi lo odiara por jugar con su único hijo. Y seguramente, su madre sería una de esas madres sobreprotectoras que odiara que su hijo no tiene a alguien suficiente de pareja.