O20

1K 151 8
                                    

Soojin siempre le dijo que era un niño muy raro.

Taehyung no creía que eso fuera cierto, pero Seokjin estaba mirándolo con una mirada confundida mientras escuchaban música en un idioma que ninguno de los dos entendía; pero Taehyung amaba las canciones y la música. Incluso de otros idiomas.

Seokjin no entendía, a él le gustaban un par de canciones en italiano, pero Taehyung pasaba los límites, además no entendía por qué estaba llorando como si fuera un bebé y le hubieran quitado su juguete favorito.

—¿Seguro que estás bien?—volvió a preguntar el alfa. Taehyung soltó un gruñido y dió media vuelta para darle la espalda.

—Estoy bien, es sólo que... si tú entendieras lo que las canciones dicen estarías igual, así que deja de molestar y déjame escuchar.

Seokjin en realidad no quiso soltar la carcajada que soltó, pero lo que Taehyung había dicho sonaba tan ridículo.

—Tú tampoco entiendes.

—Pues no, pero para eso existe el traductor de Google—Seokjin volvió a reír.

—Ajá. Dime de qué hablan, ni siquiera entiendo si es chino, portugués u otro idioma.

—Es francés, sólo para aclarar. Y no te diré lo que significa.

—¡Yo sé qué significan!—exclamó SooJin llegando a ellos con una sonrisa burlona.

Desde la celebración del aniversario de sus padres, habían vuelto a ser un trío, ese trío inseparable y ni Soojin ni Taehyung podían estar más felices por ello.

—Bueno, dime tú—dijo Seokjin.

—Nop.

—Ugh. Ustedes son unos groseros conmigo, ¿es porque soy alfa?— Soojin rió.

—Sí, tal vez. Son códigos secretos de omegas.

—Como sea—respondió rodando los ojos para luego levantarse—, tengo que ir a mi clase, así que los veo luego—sonrió y depositó un suave beso en los labios del rubio y luego besó la mejilla de la omega.

Cuando Seokjin se perdió entre los estudiantes que apresuraban el paso para llegar a sus clases, Soojin se atrevió a hablar.

—No está lindo que estés llorando cuando estás con Seokjin—regañó. Taehyung lo sabía, pero no entendía su situación. 

Ella podría entenderlo en sí. A pesar de cuando Hoseok hubiera estado saliendo con ella cuando anunciara que estaba cortejando a Jimin.

Oh, y hablando de Jimin, el omega había faltado a clases las últimas semanas porque al parecer había tenido su celo y Hoseok lo había marcado. Hoseok se habría burlado de él si no hubiera estado oyendo la llamada, además Jimin no quería a un alfa posesivo en su puerta.

Como sea, Soojin no sabía nada sobre lo qué él estaba sintiendo y definitivamente no iba a saberlo.

—No pude evitarlo—hipó.

—Pasaste todo el fin de semana buscando canciones de desamor en otros idiomas para llorar y que Seokjin no supiera que era por Yoongi, claro que pudiste evitar buscarlas.

—Cállate, no es por Yoongi.

—Tú y yo sabemos que sí es por él.

—¡Es que él es tan idiota!—gruñó con un puchero en sus labios.

Y justo en ese momento, el Lamborghini de alguien se estacionó frente al Instituto. 

—Hoy Hye no vino—dijo Soojin con el ceño fruncido.

Ambos miraban hacia el lujoso auto cuando Min Yoongi bajó de él con unos lentes oscuros, una chaqueta negra de cuero, una playera blanca y unos jeans. 

Taehyung jadeó. Lucía hermoso, pero a él obviamente no le importaba.

—Viene para acá—murmuró Soojin cuando el Alfa caminó decidido hacia ellos.

Y cuando se detuvo frente al rubio, Soojin golpeó discretamente las costillas de su amigo.

—Taehyung —llamó el pelinegro.

—Hola—susurró.

—Necesito hablar contigo.

—Estaba a punto de ir a mi clase—mintió—, creo que tendrá que ser en otra ocasión.

—No, necesito hablar contigo ahora—demandó con voz fuerte haciendo temblar a los dos omegas. Miró a Soojin con demasiada seriedad en su rostro—. ¿Podrías dejarnos solos?

Soojin asintió y se levantó torpemente. Yoongi olía a todo menos serenidad y ella era una omega cobarde que prefería huir antes de que él usara su voz de alfa, nunca la había soportado y estaba segura que lloraría si él decidía usarla en ella. Así que sólo corrió tropezándose con todo a su paso. Una gran amiga, pensó Taehyung.

—¿Qué es lo que necesitas? Creo que ya te has saciado demasiado de mí—reclamó el omega sin una pizca de debilidad. Se había dado cuenta que cada vez que se molestaba —o estaba en su celo—decía cosas sin pensarlas antes. Era un gran defecto.

—No sé de qué estás hablando—el Alfa frunció el ceño.

—Entonces pregúntale alguien más a ver si sí sabe—sonrió hipócrita.

—Taehyung, no estoy aquí para que me reclames cosas que ni siquiera sabía que hice.

—Lo sabes, pero no tienes el suficiente coraje para admitirlo.

—¿Eso crees? Bueno, dime en qué me burlé de ti.

—No.

—Dime.

—Que no. En realidad, no me importa lo que hayas hecho.

—Bien—murmuró Yoongi—, creí que te importaba un poco. Pero definitivamente creo que no te importara que viniera a decirte algo muy importante—finalizó y dió media vuelta para dirigirse a su auto. Taehyung tomó su brazo evitando que se fuera y tragó saliva.

—¿Qué tan importante?—preguntó.

—Taehyung, yo sé que sentiste algo cuando tuviste tu celo, sé que no fui sólo yo. No necesito a nadie más que a ti, y de verdad creí que sentías algo por mí, pero veo que me equivoqué—susurró y dió nuevamente media vuelta para irse, pero Taehyung fue más rápido y lo volvió a sujetar del brazo.

—Dime lo que venías a decir—susurró al darse cuenta lo cerca que estaban.

—Si tú me pidieras huir ahora mismo, yo lo haría. Yo no quiero toda la fortuna de mi familia si no podré compartirla contigo.

—No estoy entendiendo nada, Yoongi.

El alfa lo miró con los ojos rojos y la respiración acelerada. Abrió la boca varias veces pero en todas la cerró. Taehyung sentía un dolor en su pecho al verlo tan abatido, no entendía qué lo tenía así; nada podría ser tan difícil para tenerlo así.

— Si no eras tú, me tendré que casar con alguien más. Yo no quiero nadie. ¿Lo entiendes, Taehyung? Te quiero a ti.

Y sintió que dejaba de respirar.
























—Yoonxtaem

Into You › Yoontae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora