No Es Asunto Tuyo

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Me deslicé, aplasté la palanca de cambios y descansé mi cabeza en su hombro. Él puso su brazo a mi alrededor y me presionó contra él. Cerré mis ojos mientras besaba la cima de mi cabeza. Ninguno de nosotros sabía que decir. Nos sentamos en silencio sosteniendo al otro hasta que mi teléfono nos advirtió de que había llegado otro mensaje de texto. Comencé a separarme pero Connor me sostuvo contra su lado e hizo girar la camioneta.

Sólo déjame sostenerte un poquito más —susurró con voz ronca mientras volvía a meterse en la ruta. Cuando estacionamos en la calle de Sawyer, Connor besó mi cabeza una vez más.

Es mejor que te muevas ahora.

Lana estaba acostada en el borde de mi cama, hojeando mi álbum de fotos de las últimas vacaciones de verano cuando finalmente llegué a casa. Cerré la puerta de mi cuarto un poco más fuerte de lo necesario para esconder mi frustración porque ella había estado revisando mis cosas de nuevo. Levantó su cabeza rápidamente, sorprendida. Bien, espero haberla asustado y que eso sirva para que deje de examinar mis cosas.

Oh. Eh... Olivia al fin estás en casa —contestó cortésmente.

Esta chica no era real. Era como si hablara siempre con voz suave y nunca mostrara ninguna emoción. Era como si mi tía Caroline hubiera dado a luz a un maldito robot. Estaba de mal humor y verla entrometerse en mi espacio personal no lo mejoró.

Espero que no te moleste que haya sacado tu álbum de fotos. Nuestras mamás han estado hablando en susurros y me aburrí. Estoy realmente feliz de que ahora estés aquí.

Había una sonrisa genuina en su rostro, haciéndome sentir un poco culpable por haberme ofendido con ella. Me refiero a que su papá era un imbécil y su mamá no estaba tratando de reconfortarla. En cambio estaba haciendo que todos en la casa revivieran la experiencia una y otra vez. La compasión por lo que debía estar pasando le ganó a mi mal humor y me senté a su lado.

Lamento haberte dejado aquí con ellos por tanto tiempo. Estuve con Sawyer más de lo que pretendía. —No era exactamente verdad pero eso era todo lo que ella necesitaba saber.

Una sonrisa soñadora iluminó su cara y ella volvió su mirada al álbum en su regazo. Lo miré y lo vi abierto en una foto de Sawyer en la playa. Su pecho bronceado estaba brillando con agua y tenía esa sonrisa tonta en su rostro que siempre me recordaba cuando éramos niños.

Eres tan afortunada, Olivia. Sawyer tiene que ser el chico más hermoso en el mundo. Me recuerdo deseando poder cambiar de lugar contigo cuando éramos niñas porque tú jugabas con él y su primo todo el tiempo. Incluso entonces él era tan caballero y apuesto.

¿Caballero y apuesto? ¿Quién usa esas palabras para describir chicos? Mi mamá, tal vez. Sacudí mi cabeza y me dejé caer en la cama.

Él no es perfecto —repliqué, sobresaltándome a mí misma. Por primera vez en mi vida admití que Sawyer Bennett tiene defectos. Lana giró su cabeza para mirarme. Sus cejas castañas se levantaron cuestionándome.

Nadie es perfecto, Lana.

Pareció pensarlo un momento y luego volvió a estudiar mi álbum de fotos.

Supongo que es verdad. Antes solía pensar que mi papá era perfecto —dijo lentamente.

Mi corazón se retorció un poco por el dolor en su voz. No sabía si quería hablar de ello u olvidarlo. Desde que su mamá habla de eso todo el tiempo supongo que ella querría olvidarlo.

Su otro primo, ¿cuál es su nombre? ¿Bill o Ben?

Connor —dije curiosa sobre qué iba a decir.

Chico MaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora