XXXV. El límite

2.1K 103 2
                                    

POV Gavi

5 de febrero

Bajé al portal y llamé a Gaia, si no había querido escucharme, me tendría que buscar una alternativa para conseguir su perdón. La llamada dio un tono... dos, tres, cuatro... Joder. Gaia me había dicho que me las apañase y eso no había funcionado. Volví al apartamento y todo seguía hecho un desastre. Siempre estaba acostumbrado a que las cosas saliesen como yo quería y era la primera vez que no lo conseguía. La había cagado mucho y quería reconocerlo y que me volviese a perdonar como la última vez. Noté los ojos de Blanca diferentes. Llegué a mi cama y solo quería olvidar todo lo que había pasado.

Por la tarde tocaron al timbre, me había tirado no sé cuántas horas durmiendo y al despertar había seguido en la cama.

Abrí la puerta y Blanca estaba ahí plantada. Se notaba que había estado llorando. Yo me acerqué a abrazarla y ella ni se inmutó.

-Lo siento mucho de verdad. Entiendo que me hayas tirado esta mañana de tu casa.

-He venido para decirte que esto ha sido un error desde que empezó. Yo no estaba preparada para tener nada y a la vista está que lo que quieres es disfrutar de la vida. No voy a suponerte una carga, no quiero volver a pasar otra vez por lo mismo, con mi ex tengo suficiente.

Me quedé callado. No sabía que decirle.

-¿Puedes pasar un momento?

-No creo que sea buena idea, pero lo haré.

Caminamos hasta el comedor y me senté mientras ella se quedó de pie con los brazos cruzados frente a mí.

-Lo siento mucho de verdad, no quería afrontar lo que estaba pasando, me agobia pensar en una relación, pero luego pienso que solo quiero estar contigo.

-Eso no es lo que demostraste ayer.

-Lo sé, Blanca. Y me arrepiento.

-Los dos hemos disfrutado de este juego desde que empezó, has sido capaz de removerme cosas dentro desde mi ruptura, pero creo que es mejor frenar y no permitir que vaya a más. Vas a tener a las chicas que quieras a tu alcance. En cuestión de meses esto no significará nada para ti ni para mí.

Sus palabras me estaban haciendo mucho daño, la seguridad con lo que decía eso me mataba.

-Sabes que eso es mentira.

-Eso es lo que piensas ahora.

-¿Qué puedo hacer para convencerte de que lo que he empezado a sentir es verdad?

Se quedó callada.

-Tienes toda la vida por delante, Pablito. Vas a triunfar y serás feliz, pero no conmigo.

Me eché las manos a la cabeza. No podía estar diciéndome esto.

-Me tengo que ir.

-Por favor, no lo hagas.

-Es lo mejor para los dos. ¿Sabes que me di cuenta ayer? Pertenecemos a mundos distintos. Tú estás en un nivel de vida y yo en otro y eso nunca va a cambiar. Te deseo lo mejor, Pablito.

Ella se dirigió a la puerta y yo me levanté corriendo para frenarla.

La cogí de la cintura y la atraje hacia mí. Noté como su respiración se aceleraba.

-No quiero que te vayas, no quiero que esto acabe.

-Demasiado tarde para eso.

-Voy a hacer lo que sea para recuperarte, qué tontería es esa de que somos de mundos distintos. No había estado con nadie así, Blanca. Te lo juro.

Se giró y me besó en los labios. Luego, se separó de mí.

-He llegado a mi límite. Lo siento, Pablito. Que seas muy feliz.

-Blanca, sabes que eso no es verdad.

Ella se acercó a la puerta y antes de que pudiera abrirla, la volví a frenar.

-No hagas esto más difícil.

-Voy a hacer lo que sea por recuperarte.

-¿Me dejas salir?

-En menos de un mes estaremos juntos aquí, que no se te olvide eso.

Ella hizo el amago de sonreír, pero salió por la puerta. 

El tercer piso (Pablo Gavi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora