8. Emociones encontradas

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CHAPTER EIGHT

7 de diciembre del 1986

Narra Betty:

Dormí plácidamente al sentirme tranquila sabiendo que Eddie por fin estaba de vuelta - esta vez para quedarse por qué así lo prometió - y estaba seguro en la cabaña de los Hopper. Sonó la alarma que había puesto y supuse que ya eran las 10 de la mañana, aunque olvidé que tenía compañía.

- ¡Oh mierda! - apago de un golpe el reloj - Lo siento Max, ¿te desperté? - me froté los ojos y estiré todo mi cuerpo como acostumbro al despertarme - ¿Max?

No me respondía. Ella durmió en mi cama y yo dormí en el suelo en el colchón que me había traído Steve de la habitación de papá.

Cuando me levanté a verla, ya no estaba. La busqué en los baños, bajé al comedor y tampoco, no la encontré por ningún lado. Esto me empezó a preocupar. Steve venía bajando las escaleras y vio como daba vueltas en círculos.

- ¡Ey! ¿Estás bien? ¿Por qué estás tan nerviosa?

- ¡Es Max! ¡No la encuentro por ningún lado! - grito, mordiéndome las uñas.

- ¿Pero no estaba contigo? ¿O dijo que se iba?


- ¡No Steve! ¡No es momento para preguntas tontas!

- ¡Está bien! ¡Lo siento! ¿Pero buscaste en tu baño? - Steve vio mi cara de incrédula - Lo sé, fue estúpido.


- Llamaré a su madre, tal vez si se fue y no me avisó.

- ¡Espera! ¿Qué tal si no está y causamos un alboroto? Espera un poco, llama a Lucas mejor.

- ¿Por qué a Lucas?

- Porque es su noviecito y tal vez vino por ella. - mientras marco el número se dio cuenta de algo más - Un momento... ¿Y dónde está Robin?

- Es increíble como usas tu carita de perrito mojado para conseguir descuentos, ¡eres terrible! - Robin entró por la puerta y detrás venía Max.

- ¿Dónde estaban?


- Fuimos a comprar el desayuno y debo decir que nos salió barato. - sonríen.

- ¿Por qué no me avisaste que salías Max? ¡Me asusté cuando no te vi la habitación!

- Lo siento Betty, sólo quería bajar a tomar agua y oí tus ronquidos, supuse que estabas profundamente dormida.

- Es cierto, de hecho la vi que se levantó y la acompañe abajo. Luego nos fuimos a comprar.

- ¿Estás bien?

- Si... lo siento, es que quedé algo paranoica con esto de la aparición de Eddie... No quiero que nadie más se vaya.

- Tranquila amiga, estoy bien ¿si?. Y te entiendo, prometo que la próxima vez te avisaré.

- De acuerdo - sonrió y la abrazo.

- ¡Bien! Max apareció, tema resuelto. Ahora... ¿Qué trajeron para desayunar chicas? - Steve revisaba las bolsas con curiosidad.

- ¡Tranquilo Harrington! Trajimos el desayuno especial de cada uno. Robin comenzó a sacar de a pocos los alimentos y vasos de café. - Para mi querida Betty unas medialunas, bowl de frutas y un café con leche.
- yo agarré con felicidad mi desayuno:

- yo agarré con felicidad mi desayuno:

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LA BASTARDA HARRINGTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora