Esa noche, Maggie estaba volviendo a leer su libro favorito. Estaba aburrida y al no tener ningún libro nuevo y que no hubiera leído antes había decidido que leería de nuevo su libro favorito. Mientras leía como el protagonista emprendía la aventura de buscar a su amada que había desaparecido, oyó unos golpes en la ventana. Al principio no les dio importancia pero el volumen de los golpes cada vez era mayor y más insistente, así que Maggie, extrañada y a la vez curiosa, dejó el libro en la cama y se acercó a la ventana.
Lo que vio la sorprendió. Era James. Su novio. Estaba dando golpes en la ventana con el puño. Se había subido a una escalera plegable para poder llegar a la ventana. Maggie no pudo evitarlo y se rió.
-¡James!-dijo sorprendida y a la vez divertida-¿Qué haces aquí? ¿Estás loco? ¡Mis padres están durmiendo y se pueden despertar! Y ya sabes que me han dicho que no puedo verme contigo.
-Maggie, haz las maletas, que nos vamos.-dijo James muy serio.
-¿Qué?
-Si. Como lo oyes. Si tus padres no nos dejan estar juntos entonces nos escaparemos para poder estar juntos. Nos iremos a mi pueblo a vivir.
-¿Pero qué dices James? ¿De qué vamos a vivir?
-Mi padre con más gente del pueblo están construyendo una casa para que podamos vivir. Tardarán unos meses. Pero mientras podemos vivir en la casa de mis padres hasta que terminen de construir la casa. Yo trabajaré en las tierras de mi padre y tú si quieres puedes trabajar en la fábrica de ropa que hay a las afueras. Piénsalo, al fin podríamos estar juntos...-le dijo James con una sonrisa. Maggie amaba la sonrisa de James. Le parecía la sonrisa más bonita que alguna vez hubiera visto.
Maggie dudaba de ello. Por una parte quería irse pero por la otra le daba mucho miedo.
-No sé James. No lo veo. Te quiero muchísimo pero...
-¡Y podríamos casarnos y todo! He estado hablando con el cura de mi pueblo y nos podría casar esta semana o como mucho la que viene. Imagínatelo por un momento que eso se hace realidad y nosotros nos convertimos en marido y mujer...
Maggie no dijo nada. Solo miraba fijamente a James hasta que finalmente tomo una decisión.
-Esta bien. Hago las maletas y bajo. Espérame.
-Vale. Mi padre esta con el coche abajo en marcha. Yo te esperaré todo el tiempo que haga falta...-dijo James con una sonrisa.
Maggie sonrió y luego besó a James. Se dirigió al armario rápidamente, sacó una maleta y comenzó a tirar toda su ropa a la maleta. Quería hacer la maleta cuanto antes porque no quería que la pillaran.Tardó muy poco en hacer la maleta. Por supuesto metió su libro favorito, el que estaba leyendo hacía pocos minutos. Hubo un momento en el que agarró una foto que había en la mesita de noche cerca de su cama en la que aparecían ella y sus padres en la playa. Maggie sonrió.
-Lo siento, papá, mamá, algún día lo entenderéis o no, pero no vais a separarnos ni a mí ni a James.-dijo para ella misma.
Después de eso Maggie tiró la maleta por la ventana y vio como James la recogía antes de que está cayera hacia el césped y la metió en el maletero del coche. Luego Maggie apoyó un pie en un escalón de la escalera y con mucho cuidado comenzó a bajar. Lo que más temía era caerse, hacer ruido y despertar a sus padres...¡Se armaría un buen lío!Cuando Maggie bajo volvió a besar a James y los dos corrieron al coche.
James abrió la puerta del copiloto y Maggie la puerta de atrás.
-Hola Maggie...-dijo el padre de James cuando Maggie entro en el coche.
-Hola, John...-dijo Maggie con una sonrisa nerviosa. Su corazón estaba muy acelerado pues no podía creerse lo que estaba haciendo.
De pronto en la casa comenzaron a encenderse luces y veían sombras moverse.
Los tres sabían lo que significaba eso.
-¡Papá! ¡Arranca ya el coche!-dijo James muy nervioso.
Automáticamente John comenzó a acelerar y mientras el coche se alejaba de la casa Maggie se sentía culpable pero por otra parte se sentía feliz y libre de una vez por todas.
"Adiós" pensó Maggie.
Cuando se alejaron del barrio y el coche se metió en una carretera, Maggie suspiró profundamente. Se sentía tranquila de una vez por todas.
Maggie bostezó pues sentía mucho sueño. Se quitó el cinturón de seguridad y se tumbó en los asientos traseros ocupando los tres asientos.
Antes de dormirse Maggie le dijo a James:
-James. Te quiero.
-Yo también te quiero.-dijo James.
Y luego de eso, Maggie se quedó dormida profundamente.
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Ethan
Художественная прозаEthan es un chico nacido en una familia humilde y sencilla. A lo largo de su vida le sucederán cosas que le marcarán y tendrá que hacer frente a diversas adversidades.