Ethan

Capítulo 10

-Ethan hoy estás mas guapo que nunca.-dijo Stella. Estaban haciéndolo. Solían hacer el amor una o dos veces a la semana. Stella era una amante genial e Ethan no tenía ninguna queja con ello-Te quiero.
-¿De verdad lo piensas?-dijo Ethan. Su corazón estaba acelerado y sudaba.
-Por supuesto que si tonto.-rió Stella.
-Te quiero.-dijo Ethan y la besó-¿Estás bien?
-Si, Ethan, no te preocupes.-dijo Stella.
Ethan cerró los ojos. Quería disfrutar del momento. Cuando los abrió Stella también los tenía cerrados.
"Dios mío es tan guapa. Quiero pasar el resto de mi vida con ella" pensó Ethan.
-E-Ethan...-comenzó a tartamudear Stella después de haber soltado un gemido-¡E-Ethan!-Ethan gimió. Estaba a punto-¡ETHAN TE QUIERO!
Ethan se mordió los labios y volvió a cerrar los ojos fuertemente.

Después de hacer el amor, él y Stella comenzaron a hablar.
-Hoy has estado genial.-dijo Stella con una sonrisa. Ethan sonrió. Luego Stella comenzó a acariciarle el pelo-Me gusta como tienes el pelo. Me recuerdas un poco a James Dean.
Ethan se puso algo serio: aunque esas palabras habían sido bonitas a Ethan le traían malos recuerdos de cuando su madre le decía que no le gustaba que tuviera el pelo tan largo.
-¿Sí?-preguntó Ethan arqueando una ceja.
-Por supuesto cariño...-dijo Stella acariciándole el pelo.
Ethan comenzó a adentrarse en sus pensamientos.
-¿Te ocurre algo cariño?-preguntó Stella preocupada.
-Hoy me estoy acordando mucho de quién tú sabes...
-¿De tu hermano y tu madre?-preguntó Stella. Ethan asintió con la cabeza. Dirigió su vista hacia la ventana y miro al cielo estrellado-Piensa cariño que están en el cielo los dos juntos cuidándote y que lo harán por siempre...
Ethan miró a Stella, luego la abrazó y la besó en la cabeza.
-Tienes razón.-dijo Ethan con una sonrisa.
Stella le posó una mano en una mejilla suya. De pronto Ethan se acordó de una cosa muy importante que tenía que hacer y se levantó rápidamente. Comenzó a buscar en los cajones de la mesita de noche y más pronto de lo que él creía encontró lo que andaba buscando.
Stella le miraba extrañada y no paraba de preguntarle que que andaba buscando sin parar. Pero muy pronto Stella entendió lo que estaba pasando.

De una pequeña caja, apoyado en terciopelo negro había un enorme anillo de diamantes que brillaba con la luz de la luna.
-Stella,-dijo Ethan muy emocionado, con los ojos entre lágrimas-¿quieres casarte conmigo?
Stella se llevo las manos a la boca y comenzó a llorar muy emocionada.
-¡Por supuesto que sí mi vida!-dijo y se levantó de la cama y abrazó fuertemente a Ethan.