Capítulo 2

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A medida que el vientre de Maggie crecía a causa del embarazo más pesado se le hacía caminar y hacer cualquier tarea. Sufría de ardores de estómago y con frecuencia iba al baño a vomitar. A menudo lloraba pues se sentía fea e inútil. James la consolaba diciendo que para él seguía siendo la mujer mas guapa y perfecta del mundo. Maggie se decía eso a si misma para auto convencerse.
Un mes antes de dar a luz, Maggie no tuvo más remedio que dejar de ir a trabajar y se pasaba la mayor parte del día tumbada en la cama con un cubo al lado por si quería vomitar. James dejó de ir a las tierras a trabajar para estar con su mujer que la necesitaba mas que nunca.
-Lo siento James pero es que me es imposible andar. Lo siento muchísimo de verdad pero me siento como un pato caminando. Mira como tengo los pies de hinchados y no puedo estar así en el trabajo en el que me paso toda la jornada laboral de pie. Uff. Odio estar así.
-No te preocupes,-decía James con una sonrisa mientras la acariciaba su gran vientre de embarazada-además piensa que no te queda nada y que pronto tendremos a nuestro bebé en brazos. A nuestro bebé.
-Si.-decía Maggie-Tienes razón.

EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora