-¿Señor Howard?
Ethan y su padre miraron a la enfermera que acababa de salir del paritorio.
-Si, soy yo.-dijo Ethan mientras se levantaba del asiento muy nervioso. Incluso le dolían los dedos a causa de haberse mordido tanto las uñas por los nervios y la incertidumbre.
-Enhorabuena señor Howard. Han sido un niño y una niña.-dijo la enfermera con una sonrisa amigable. Ethan miró a los bebés que la enfermera tenía en sus brazos y se quedó en estado de shock. No podía creerse que esos bebés eran sus propios hijos.
Los cogió en sus brazos y comenzó a llorar, de la emoción.
-¿Cómo está la madre?-preguntó el padre de Ethan a la enfermera.
-Bien. Se está recuperando del parto. Está cansada pero bien.
-¿Cuándo podremos ir a verla?
-Ahora mismo si quieren.-dijo la enfermera mientras abría la puerta-Señor Howard, me ha dicho su mujer que puede ponerle al niño el nombre que usted quiera. El nombre de la niña se lo ha puesto ella. Se llama Daisy.
Ethan miró a su hijo. No se le ocurría ningún nombre hasta que de pronto el niño abrió los ojos e Ethan , al instante , supo cuál era su nombre.
-John. Su nombre es John.-dijo Ethan firmemente.
-Es un nombre precioso señor Howard si me permite decírselo.-dijo la enfermera con una sonrisa mientras entraba a la habitación.
-¿Le vas a poner el mismo nombre que el de tu abuelo?-preguntó su padre muy sorprendido.
-Si papá.-asintió Ethan.
Ambos entraron en la habitación. Stella estaba con los ojos cerrados pero los abrió cuando los oyó entrar.
Ethan se dirigió, con sus hijos en brazos, a Stella. Cuando se acercó a la cama Stella cogió a los bebés entre sus brazos.
-Gracias mi amor.-dijo Ethan mientras la besaba en la cabeza-Gracias por darme lo mejor de mi vida. Gracias por darme a nuestros hijos. Son los bebés más bonitos que he visto en mi vida.
Stella sonrió.
-No hay de qué mi amor.-Y le devolvió el beso. Pero esta vez fue en la boca-A propósito, ¿qué nombre le has puesto a nuestro hijo?
-John.
-¿John?-preguntó Stella curiosa-¡Me encanta! ¡Es un nombre muy bonito!
-Al igual que Daisy.-dijo Ethan con una sonrisa.
-S-Son mis nietos...-dijo el padre de Ethan visiblemente emocionado. Se había acercado a la cama para poder ver mejor a los bebés-¡Soy-Soy abuelo!
Ethan sonrió.
-¿Quieres cogerlos papá?
-¿Yo?-preguntó su padre incrédulo.
-Claro. Eres su abuelo.-Su padre comenzó a sacudir las manos y a negar con la cabeza-Venga no tengas miedo y coge a Daisy y a John.
Su padre al principio dudo pues tenía ese miedo que todo el mundo tiene cuando coge a un bebé recién nacido pero al final cogió a los bebés con confianza y sin dudar. Luego comenzó a hablarlos con el típico tono infantil con el que se le suele hablar a los bebés.
-Uy, tú tienes unas manos muy fuertes John. Servirás para trabajar en las tierras de tu abuelo...-decía en tono divertido mientras cogía suavemente una de las diminutas manos del niño -¿O quizá serás tu Daisy? ¿O los dos? ¡Quién sabe! ¡Ja, ja, ja!
De pronto entraron a la habitación los padres de Stella y su hermano mayor, Derek. Todos querían coger a los bebés y decirles cosas.
Ethan y Stella miraban todo y sonreían tiernamente. A Ethan se le encogió el corazón cuando se imagino si en esa habitación, en otras circunstancias, estuvieran Eddie y su madre, allí con ellos, disfrutando de ese momento.
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Ethan
General FictionEthan es un chico nacido en una familia humilde y sencilla. A lo largo de su vida le sucederán cosas que le marcarán y tendrá que hacer frente a diversas adversidades.