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el hecho de que dieras el primer paso; me hizo darme cuenta de lo que realmente siento por tí.
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a la mañana siguiente, por primera vez hutao se despertó justo cuando la alarma en su teléfono comenzó a sonar, a diferencia de otros días, se quedó en pie y comenzó a prepararse para ir a clases; algo inusual en ella pues normalmente volvería a dormirse hasta que alguna de sus madres o su hermano la despertarán para que no llegue tarde.
— ¿hu? ¿te sientes bien, necesitas algo? —. expreso con preocupación la pelirroja, pues llevaba un tiempo despierta y le había sorprendido ver a la castaña levantarse de su cama sin dudarlo.
— estoy bien, ¿por qué la preocupación? —. hutao aclaró mientras arreglaba su cabello.
— hasta donde recuerdo, nunca te levantas cuando la alarma suena, ni mucho menos antes de que lo haga, creí que tu hermano o tus madres te despertaban.
— ah~ eso, no lo sé, hoy me sentía con ganas de despertar temprano, además ¡es tu primer día en mi escuela, nini!
dicho aquello la pelirroja pareció comprender la situación, por lo que no continuo preocupándose más por la actitud de su amiga.
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el autobús escolar pasó justo a la hora en que ambas chicas habían salido de casa de la castaña, consiguiendo llegar justo en el momento en que el personal terminaba de abrir las puertas del edificio.
— se siente extraño estar aquí de las primeras, ¿quieres que te dé un recorrido por el lugar, nini? —. la pelirroja asintió, sorprendida de lo espacioso o grande que era el edificio donde terminaría sus estudios, o al menos eso esperaba si a su hermano no le daban otro trabajo.
>> no te sorprendas tanto, seguro tu antigua escuela en sumeru era más grande.
— ¿eh? si, bueno depende, nuestra sección no tanto, no te dejaban cruzar a las secciones superiores sin un permiso del director o algún profesor, así que nunca ví mucho, por eso me sorprende este lugar.
— bueno, tienes suerte de que cyno te dejará inscribirte aquí, pero ni se te ocurra pensar en irte ¿entendido?
nilou asintió entre risas, pues sabía que la castaña solo estaba bromeando con ella.
hutao continuo enseñándole el lugar hasta que finalmente comenzaron a llegar los demás y, con eso, la pelirroja se dirigió a la oficina del director para recibir su horario y poder asistir a su primera clase.
— ¡yan yan! —. hutao no tardó en visualizar a la pelirrosa entrar por las puertas, seguida de su otra amiga, quien no parecía estar presente para la castaña.
