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la atmósfera entre nosotras se ha transformado en algo inusual ahora; es diferente, un sentimiento que no imaginé volvería a sentir.
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los últimos días hutao parecía estar más ansiosa de lo normal, ya no era tanto solo porque tenía alguna nueva idea para hacerle bromas a sus amigos; sino más bien por cierta pelirrosa que no salía de su cabeza desde que habían hablado la semana anterior.
— ¿qué crees que haces? no me digas que entraste en la etapa final de la idiotez extrema, hermana —. expreso el albino mientras recogía su trabajo de artes.
hutao no le respondió, en su lugar llevo una almohada hasta su cabeza y continuo pataleando como si aún tuviera cinco años y sus madres no le hubiesen comprado lo que quería.
— espero no llegar nunca a tus crisis de quince, no quiero verme como idiota —. aclaró una vez más el albino, está vez saliendo de la habitación de su hermana.
hutao resopló en cuanto su hermano ya no se encontraba cerca, si bien podría haberle pedido consejo, optó por no decirle nada porque estaba segura que el chico comenzaría a molestarla o hacerse el inteligente con su situación.
— no puedo creer que vaya a pedirle ayuda a ella de todas las personas —. expresó para si misma mientras marcaba el número de cierta pelirroja en su celular.
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una vez hutao le explicó su situación a la pelirroja por teléfono, está no tardó en decirle que se quedara dónde estaba, reacción que a hutao no pareció sorprenderle demasiado.
— ¡yo abro, no se preocupen! —. hutao exclamó desde las escaleras.
— explícame todos los detalles, su nombre, si es un chico o, tal vez, ¿una chica? quiero saberlo todo, no puedo creer que por fin me hablarás para esta situación, pensé que siempre me ibas a hablar del idiota de tu ex —. la joven pelirroja comenzó a divagar en cuanto vio a su castaña amiga abrirle la puerta.
— también me alegra volver a verte, nini —. hutao dijo aquello con una media sonrisa, ocasionando que su pelirroja amiga rascara su nuca con nerviosismo.
— ehe~ perdón tao, supongo que me emocioné demasiado.
— no importa, mejor entra, no creo que quieras que hablemos en medio de la lluvia.
nilou asintió, adentrándose en el hogar de la castaña mientras observaba cada rincón del lugar.
— ¿pasa algo? no es la primera vez que vienes a mi casa, no ha cambiado nada.
— ¿eh? ah~ n~no, no es eso. es que~ ¿quién es la persona que te tiene con la cabeza en las nubes? —. nilou evitó con nerviosismo la pregunta de su amiga mientras ambas subían escaleras arriba hasta la habitación de la castaña.
