Riley se despertó tarde en la mañana acostada boca abajo en su cama, su mitad inferior de la parte baja de su espalda cubierta solo por la sábana. Giró la cabeza para ver a Liam acostado allí y sonrió mientras lo miraba dormir.
Ella se acercó y se acostó sobre sus brazos mientras comenzaba a deslizar sus labios suavemente sobre su pecho, de repente una sonrisa tiró de los labios de Liam. Él levantó la mano pasando los dedos por su cabello y levantó su rostro tirando de ella en un beso.
|| Buenos días || Sonrió Riley.
|| Buenos días. ¿Cómo dormiste? ||
|| Mmmm, bueno con lo poco que dormí... bien || Sonrió mientras Liam soltaba una risita traviesa.
|| Pero ¿Valió la pena? || Él sonrió.
|| No lo sé... || Se mordió el labio a través de una sonrisa cuando la sonrisa de él se hizo más amplia.
|| ¿Ah sí? ¿Necesitas un recordatorio útil? || Liam la atrajo hacia él y la besó de nuevo mientras su mano se sumergía debajo de la sábana que cubría la mitad inferior de Liam. Ella agarró su ya dura longitud y comenzó a bombearlo lentamente, provocando un gemido bajo de él. Tiró de sus caderas para que ella estuviera sentada a horcajadas sobre él mientras la miraba y se mordía el labio inferior al verla || Eres tan malditamente sexy || Susurró. Deslizó las manos por su estómago hasta su pecho y la acarició mientras ella se inclinaba sobre él y ambos gemían. Ella comenzó a mecerse contra él, sus manos rozaron sus costados y se asentaron en sus caderas mientras las agarraba con fuerza, guiándola || Mierda... te sientes bien || Gimió cuando ella comenzó a acelerar el ritmo. Riley dejó caer la cabeza hacia atrás y se perdió en el placer. Liam deslizó su mano hacia arriba y comenzó a rodar su pezón entre sus dedos mientras ella jadeaba.
|| Cielos, Liam || Gimió. Empezó a empujarla, tirando de ella por las caderas con fuerza hacia él, golpeando ese lugar cada vez. Ella se inclinó un poco hacia atrás, con los brazos detrás de ella y las manos apoyadas en las rodillas de él, y comenzó a rodar y rotar las caderas contra él y él gimió en voz alta.
|| Eres increíble, Riley || Dejó escapar en un susurro entrecortado perdiéndose en la sensación de ella. Él deslizó su mano hacia abajo desde su pecho y comenzó a frotar su pulgar sobre su manojo de nervios sensibles mientras su cuerpo se erguía y él sonreía. Aceleró el ritmo de sus embestidas, sin dejar de golpear ese punto.
|| ¡Liam, no te detengas! || Ella gimió cuando su respiración se aceleró. Liam agarró sus caderas con fuerza tirando de ella hacia él, sintiendo que sus paredes comenzaban a revolotear alrededor de su gruesa longitud.
|| Así es, termina para mí, bebé || Sus piernas se tensaron a los costados mientras arqueaba la espalda gimiendo su nombre mientras llegaba al clímax. Continuó meciéndose contra él hasta que alcanzó su propia liberación y se dejó caer hacia adelante, con las manos extendidas sobre su pecho, mientras ambos recuperaban el aliento || Entonces || Jadeó || ¿Cómo estuvo ese recordatorio? || Él sonrió cuando ella se mordió el labio con una sonrisa. Ella se inclinó para besarlo tan profundamente que lo dejó mareado. Él la volteó para estar encima, sujetándole las manos por las muñecas mientras le devolvía el beso, todavía disfrutando de la sensación de ella.
Se levantaron, se vistieron y bajaron las escaleras para tomar café y desayunar. Cuando entraron a la cocina se encontraron con los rostros sonrientes de Paige, Drake, Giselle y Rashad.
|| Vaya, vaya... Buenos días a los dos || Se rio Drake. Liam se frotó la mano en la nuca mientras su rostro se sonrojaba y Riley recibía miradas fugaces de Paige y Giselle.
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Llegaste a mi
RomanceDos perfectos desconocidos se encuentran en una noche fortuita: Riley Brown, una joven neoyorquina que busca un nuevo comienzo en Cordonia, y Liam Nielsen, el Príncipe de Cordonia, un tanto engreído pero con un corazón inmenso. Inicialmente sin inte...