Un Moustruo Adorable. (TERMINADA)

Capítulo 5

Ver cómo le hablaba su pequeña conejita era muy placentero para Eros, jamás pensó que ésa mujer, la que su alteza le otorgó por esposa Fuera tan... caliente!!! Definitivamente Helena era la cosita más hermosa y ardiente que había conocido y ésa mirada lasciva que arroja ésos exóticos y preciosos ojos color durazno era su perdición.

-- eres mi esposo porqué no me has tocado? Preguntó inocente y triste mientras juega con su falda, -- mi nana me contó que pasa con los esposos y yo quiero hacer éso, tú no quieres mi general?

Helena siempre ha sido una joven muy abierta para preguntar lo que no entiende o le causa curiosidad, y ella quiere saber que pasa con él.
Pero ésos interrogantes se esfuman luego de ver que su esposo está sudando y que está muy rojo en su rostro, angustiada y preocupada creyendo que su enorme oso está recayendo por las lesiones de guerra, corre a sus brazos para revisar su herida, Eros estaba sentado y al ver el arrebato de su dulce miel tratando de levantar su camisa le causó asombro y no supo que hacer, quedó catatónico...

Reaccionando cómo sólo él es, agresivo, se levanta quitando rudamente las manos de helena de su cuerpo, su exquisito tacto le quema, le llama como ardientes brasas, lo volvió loco ése pequeño acto de ella, reaccionó por instinto y gritandola sin medirse, la quita fríamente de su toque.

-- que haces mujer?? aléjate!! Le gritó, -- no puedo más,
Dijo Eros completamente desesperado, necesitaba salir de ahí, estaba angustiado, exitado, muy exitado...
Nunca pensó que en su desastrosa vida huir como un maldito cobarde de las caricias, las palabras y ésas miradas tan castas y puras que su hermosa esposa le ofreció en bandeja de plata, su cuerpo reaccionó con sólo un toque una simple pregunta.
-- porqué no me has tocado?? Dijo ella...
-- mi Helena...
-- ohhh mi dulce miel!!!

No podía seguir ahí, estaba duro, envarado, extasiado, asombrado y como ahora su maldita conciencia le implora NO tomarla, pero si ella es suya, su esposa, ella me exige, me reclama, desea a mi bestia. Porque no puedo poseerla?

Los interrogantes que se hace Eros son realmente absurdos.
Corrió a su despacho cerrando la puerta fuertemente tras de sí y asegurándose de estar en privacidad, para que?? Se preguntó, para calmar como un adolescente su necesidad de tomar agresivamente a su dulce esposa, devorar ese coño, que lo pide, lo anhela.
Se saca su imponente miembro mientras mueve su mano de arriba a abajo, sus dos fuertes manos masturbaban con ahínco, con fiereza a su bestia, sólo de pensar en ella, su dulce Helena... llegando a derramarse en sus grandes manos, calmando levemente su necesidad carnal, salvaje, primitiva que lo estaba enloqueciendo, su piel anhelaba la de ella.

La joven mujer quedó ahí, sin saber que pasó, su inocente conciencia le dice que él está aún convaleciente, pero su instinto de mujer le grita que su esposo no la desea, y equivocados eran sus pensamientos, Helena se quedó sumida en sus locas conclusiones, analizando las reacciones de su esposo, -- huelo mal?? Yo me baño todos los días, quiero estar perfecta para mí oso, pero entonces porqué huyes de mi??
No pudo contener sus lágrimas y por primera vez desde que llegó a su nuevo hogar se sintió sola.

(...)

Horas más tarde, Eros encerrado en su despacho, insatisfecho sexualmente, frustrado y ahora alcoholizado, se reprochaba la manera tan cobarde y absurda que actuó frente a ésa pequeña mujer.

-- ella es mi maldita esposa!! Gritó furioso golpeando la mesa de su escritorio.

Con un dolor insoportable en sus costillas se quejó rudamente y salió rumbo a su habitación, necesitaba un baño.

Jamás ha sido un hombre muy aseado, menos cuando en los campos de batalla no tiene la cómoda bañera de su habitación, eran semanas sin un río para bañarse, dónde lograra quitar las pestilencias de la guerra, la sangre y el sudor, pero después de que su esposa llegara a la mansión, se ha preocupado por estar un poco más aseado, y hacerlo con jabones artesanales que sus subordinados le compraron para mejorar su olor y porque?? Se preguntó nuevamente por milésima vez desde hace un mes, sabe la respuesta, por ella...