Un Moustruo Adorable. (TERMINADA)

Capítulo 7

--Mia, eres mía, se repetía como un mantra mientras sus oscuros y endiablados ojos recorrían el sensual y apetecible cuerpo de su esposa.

-- te gusta? se atrevió a decir helena mirándolo de frente sin ningún pudor, ella lo había visto admirarla y cómo su penetrante mirada estaba en su cuerpo y claro que quería mostrarse para él, a fin de cuentas él es su esposo y él puede ver, tocar, y hacer todo lo que sus deliciosos dedos, o manos, o boca, o lengua, o miem....
Dios!!! Porqué deseo tanto que mi enorme oso me devore?

Eros iba a entrar con bravío al vestidor a devorar con ansias ésos deliciosos y jugosos labios del pecado, y se detuvo frente al espejo dándose cuenta que iba a cometer un acto lujurioso y pagano frente a varias personas que estaban transitando fuera del establecimiento y de pensar que cualquiera de ésos refinados caballeros vieran a su mujer gemir lo nublaron de rabia.

Los malditos cambios de humor que el general está presentando lo tienen hastiado, y todo porque es un cobarde y no consume su matrimonio, él la desea y sabe que ella también, nunca había visto tanta pasión hacía él en los ojos de una mujer, y ésa mujer es nada más y nada menos que su hermosa esposa.

Salió rápidamente del establecimiento asegurándose de pagar todos los vestidos y accesorios que su esposa había elegido necesitaba tranquilizarse o haría una barbaridad por culpa de ésa mujer que lo estaba enloqueciendo, sin más regresaron a la mansión.

(...)

Los días pasaron y con estos también llegó la tan ansiada fiesta de la reina madre, Eros estaba realmente elegante, se había recortado la barba, bañado en esencias masculinas, se había peinado tan exquisito que se podía apreciar lo muy varonil y exótico que era, se ajustó el uniforme a su musculoso cuerpo, haciendolo ver inalcanzable, sensual y más grande de lo que es, se acomodó todas sus medallas e insignias que ha obtenido y ganado meritoriamente durante sus años en combate, él no es un hombre vanidoso, pero extrañamente hoy quería lucir perfecto y claro que sabía porqué y para quién, para su conejita con ojos color durazno.

Se sentía ansioso, eufórico, ésa cosita deliciosa lo ha tenido casi tres meses en angustia y en celibato, porque definitivamente se dió cuenta que se enamoró de su esposa, y son sólo pocas veces las que han hablado, se han rosado intencionalmente las manos, se han hecho las más penetrantes y a la vez frustrantes miradas, que se invitan a la pasión, al júbilo del deseo, a profanar sus cuerpos y aún así Eros no se atreve a dar el primer paso sólo por sus miedos y preocupaciones de lastimar a su esposa.

Él la ha acosado en las sombras, ya conoce todos sus gestos, sus caritas graciosas cuando juega con los hijos de los sirvientes, sus gustos en la comida, la pasión y entrega que le pone a cada cosa que hace, el interés en aprender cosas nuevas, verla apreciar las pocas pinturas que hay en la mansión fueron una de las primeras ideas en conquistarla, le mando a traer de la capital todo un equipo de pintura al lienzo, libros de artes, y pinceles.

En las mañanas siempre le dejaba una rosa en la habitacíon y helena sabe que es él y se regocija de dicha, porqué sabe que no le es indiferente a su enorme oso.
Eros en las noches entra en los aposentos de su pequeña conejita, la ha admirado dormir, viendola fascinado y maravillado con su belleza.
Deseando poder amanecer cada mañana a su lado, abrazándola y haciendole el amor con ahínco y entrega, porque Eros es de Helena...
Y helena es de Eros...

(..)

Eros estaba de pie en la entrada de la mansión esperando a su esposa, y fue así que giró en cuanto escuchó sus pasos, eran pausados y elegantes, -- como toda ella piensa Eros

Él definitivamente no estaba preparado para tan maravilloso espectáculo, su pequeña revoltosa, su dulce miel, se había vestido como una maldita diosa del pecado, llevaba un hermoso vestido rojo vino, rojo sangre, sangre de la pureza y del pecado, su mujer iba tan hermosa que le agarraron unas enormes ganas de no asistir a la dichosa gala y quedarse a adorar a su esposa.