Capítulo 8

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Eros estaba realmente furioso, y muy celoso, él jamás sería como uno de esos duques, condes o marqueses, delicados y educados, él era un hombre ordinario, bruto, un moustruo, y así sería hasta su último día de vida.

Pero ahora es un hombre casado y su prioridad es ella, y que venga cualquier rico con su costoso traje y fino hablar a tratar de arrebatarle a su pequeña conejita.
Recordaba cómo la miraban con deseo, le coqueteaban y ella con su inocencia no se daba cuenta de que la estaban seduciendo.
-- jamás, primero los mato!!! Hablaba con resentimiento cargando a su mujercita al hombro.

Cuidadosamente la metio dentro del carruaje y él tenía la intención de entrar con ella cuando a sus espaldas una voz femenina le llamó.

--general, dijo la mujer mientras le tomaba del brazo para retenerlo, y aprovechando que el general dio la espalda al carruaje lo atrajo hacía atrás para poder hablarle más íntimamente, acción que dejó a la pobrecita Helena muy triste y desanimada.

Eros la miró seriamente, no entendía porqué o para qué ésa fastidiosa mujer le tocaba, él sabía perfectamente que ella tenía intenciones con él, específicamente sexuales.
No era una mujer fea, pero por muy maldito que él sea, jamás se metería con mujeres casadas o de la alta sociedad ( por éso no quería una esposa como helena, aunque él no sabía realmente la vida que vivió helena) y menos con la esposa de su único pariente, su tío August Deveraux, marques y familiar de su madre.

Helena lo vió alejarse sin más y con los ojos llenos de dolor veía a su esposo dirigirse hacia la parte retirada del lugar.
-- infiel!! dijo con tristeza.

--jamás me verá cómo su verdadera mujer si a él le atraen mujeres más elegantes y más maduras, los pensamientos de Helena eran una montaña de subidas y bajadas, sus estados de ánimo la tenían estresada.

Y ahora su enorme oso estaba hablando muy cerca de ésa horrible mujer, con un sonoro suspiro ordenó al conductor del carruaje llevarla a la mansión sin esperar al general, -- y el amo señora? Preguntó el cochero respetuosamente.

-- él está muy ocupado, dijo con sorna y rabia, odiaba sentirse así, su nana estaría decepcionada si la escuchara hablar de ésa manera o la viera con ésas actitudes tan descorteses.

-- no se preocupe, dijo al hombre, -- él tiene a su caballo, pronto llegará a la mansión.

La marquesa no presto atención al carruaje o quien estaba dentro de el, ella sólo tenía un plan trazado y debía actuar rápido.

-- disculpe molestarlo general, mi esposo se embriago un poco y está preguntando por su única familia y ése es usted, él está en el salón del fondo, puede ir por favor?

--No será mucho tiempo el que le tome, habló educadamente tratando de convencerlo, ya que el plan de la marquesa es seducirlo, quedar embarazada de éste y alegar que es del anciano y así su hijo heredaria el legado, y de paso cuando muera el marques ella le confesaria a Eros de su hijo y ella tendría aún más la oportunidad de tener más dinero, sabe que el horrible hombre tiene bastante y éso es lo único que le interesa a la marquesa, sólo que ella no sabía que el general ya está casado.

Eros estaba ahora sí oficialmente furioso, la maldita arpía trató de seducirlo y hacerlo caer en tentación, -- como si pudiera soportar a mi bestia, dijo con los dientes apretados.
Al parecer la marquesa lo llevó al supuesto encuentro con el marques y cuando entró al sitio no había nadie y ella cerró con seguro la puerta para verla cómo se quitaba la ropa, no podía creerlo, él muriendo por poseer a su pequeña conejita y esta maldita mujer lo trata de engañar?
No le dió tiempo a nada y con lo burdo que es, pasó por el lado de la casi desnuda mujer y la empujó sin ninguna delicadeza cayendo al piso y sin más abrió la puerta sin antes darle una fuerte advertencia.

Un Moustruo Adorable. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora