Volviendo a enamorarte.

Campamento 1/2

Los maestros y el consejo estudiantil habían decidido hacer un viaje, todos dieron opciones a donde podrían ir, como eran bastantes propuestas lo dejaron a la suerte. Escribieron las opciones en pequeños papeles, metieron los papeles en una caja y su sensei eligió uno al azar, ellos irían de campamento, al bosque Kumano Kodo.

Acordaron que irían el día viernes y volverían el día martes, todo ya estaba listo y asegurado. Nada podía salir mal.

Todos los alumnos de la clase 2-A ya estaban listos, solo que estaban esperando para abordar el autobús. Su sensei dio la indicación y todos abordaron el transporte, Naruko vio de reojo como Hinata y Toneki iban juntos, Toneki traía puesta una bufanda roja, esa era la bufanda que Hinata le iba a regalar a ella no a Toneki. Era injusto, muy injusto.

El tiempo ya había transcurrido, bueno, por lo menos 2 horas y la clase 2-A ya estaba en su destino. Todos los alumnos bajaron del autobús y comenzaron a explorar su exterior.

Hinata y Toneki se separaron un poco del grupo, al parecer la única persona que vio esto fue Naruko. Los siguió y vio como se comenzaron a besar, podía notar que se amaban, se deseaban y que se necesitaban mutuamente, ¡ellos eran la pareja perfecta! Naruko se comenzó a sentir mal, su ira la estaba consumiendo, tenia que hacer algo. Sin que ella pudiera hacer algo su cuerpo se movió por si solo.

-¡Oigan!-, hablo Naruko, haciendo que los enamorados se separaran y que la miraran de mala manera -dijo la sensei que no nos alejemos del grupo, porque nos podríamos perder.- realmente su sensei no había dicho esto, solo lo dijo para que se separan.

-¿En serio lo dijo?- pregunto Hinata con una mano en la barbilla.

-Yo no la escuche.- dijo Toneki no muy convencida de las palabras de Naruko.

-¡Si!, la sensei lo dijo, por eso vengo por ustedes dos.

Tanto como Hinata y Toneki se miraron por un par de segundos, y emprendieron camino hacía su grupo.

Naruko no dejaba de verlos, de analizarlos, se sentía incomoda al ver como se tomaban de la mano y como se sonreían. Pero cayo en cuenta de que si no hubiera rechazado a Hinata, esos podían ser ella y Hinata.

Se maldecía por rechazarlo.