Volviendo a enamorarte.

Separación.

Ya que la pelea había terminado cada una tomo caminos distintos y como era de esperarse Hinata corrió atrás de Toneki, sabía que no tenia caso pues Toneki estaba muy molesta y cuando se enojaba era como mil demonios.

A pesar de saber eso a Hinata no le importo y cuando la alcanzo Toneki no le prestaba ni la mas mínima atención, estaba muy furiosa. Y no tenia cabeza para nada.

—¡Tone-chan! Calmate, ¿quieres?

—¡No! ¡Esa maldita de Naruko me las va a pagar!— dijo Toneki deteniendo el paso para hablar con Hinata.

—Dime, ¿qué fue lo que paso?

—La idiota de Naruko se me lanzo encima, me ataco, me golpeó y ¿ni modo de que yo me quedara con los brazos cruzados, sin hacer nada?

—No es eso, es que...

—“Es que”, ¿que?

—Yo creo que las dos hicieron algo.

—¡No! Es esa demente la que me ataco y golpeó sin piedad alguna.

Toneki se quedo mirando a Hinata un par de segundos más. Se notaba que el aun sentía algo por Naruko, no lo decía pero en sus ojos aun se podía notar todas esas emociones que fueron guardadas esperando salir y que jamas saldrían si el seguía con ella. Además el se preocupaba mas por Naruko que por Toneki Su “novia”.

Tomo todo el valor que pudo y confrontó a Hinata.

—Hinata, yo... Yo quiero terminar contigo.— confeso Toneki en un susurro que apenas ella pudo oír.

—¿Qué dices?

—Yo creo que... Lo mejor sera que terminemos.

—¿Qué...?

—Hinata, quiero agradecerte por todos los recuerdos que me entregaste, que aunque ahora son los que duelen, son muy hermosos. Por todos los detalles y esas sonrisas que me enamoraban, por soportar cada uno de mis enojos, que al parecer es lo que nos ha llevado a esto. Por sostener mi mano, por todos esos abrazos que me encantan, por todos esos “te amo”. Por todo aquello que me brindaste, por aguantar mis berrinches, mis groserías, mis estupideces, que se que no te gustan. Por ese primer beso, por ser mi primer amor.— Toneki hizo una breve pausa antes de continuar. —Te elegí a ti porque me haces feliz. Porque puedo contarte todo. Porque me haces sentir lo que ningún otro. Porque me cuidas y me respetas, y a pesar de eso, me muero de celos si alguien se te acerca. Porque sabes todo de mí y aun así me aceptas. Gracias por todos esos lindos recuerdos.

—¡Espera!, no..., no tomes decisiones precipitadas.— respondió Hinata con  la voz temblorosa y con unas pequeñas lágrimas en los ojos.

—Esto no es una decisión precipitada. Hinata, yo se que aun amas a Naruko, también se que si estas conmigo jamas podrás ser feliz. Cuando la vez pasar, tus ojos se llenan de un brillo que jamas mostraste conmigo.

—Pero...

—Esto es un adiós ya que probablemente regrese a Canadá con mi familia.

—¿Tambien te iras?

—Si, lo lamento.

Los ojos de Hinata se llevaron de lágrimas que necesitaban ser liberadas y salir a conocer el mundo exterior. Hinata corrió como si no hubiera un mañana, a pesar de los gritos de Toneki el no se detenía por nada.

Todo se estaba volviendo a repetir.