𝒥𝑒𝑜𝓃 𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀
Dos meses de asistir a la maldita terapia y parecía que empeoraba mi situación. Habían cosas de mi vida que estaban mal y apenas ahora las miraba de esa manera, casi nunca vi mis actitudes toxicas y dominantes, además parecía que no podía separar mi trato de clientes con mi trato hacia las personas de mi vida. El especialista me hizo ver mal todo lo que alguna vez me pareció aceptable.
Pensé que me iba sentir liberado pero de la nada empezaba a tener peso en mi pecho y asfixiante necesidad de pedir perdón a quienes yo había lastimado. Mi terapeuta me recomendó escribir cartas de disculpas por si lo que tenia era vergüenza de hacerlo en persona, me dijo que era una buena idea de hacerlo, además de que me sentiría más tranquilo al hacerlo. La primera carta era para mi, una ñoñada pero según él yo mismo necesitaba una disculpa por lo mal que me había tratado esta semana y por no permitir que seres cercanos me amaran. Tenía una lista de casi quince personas con las que debía disculparme y aunque me moría de la vergüenza puesto que no es algo que yo deseaba, lo hice y todo estuvo bien hasta que llegué a Gyeong-hui.
Con las demás personas las palabras fluyeron increíblemente bien, no voy a negar que escribí palabras hipócritas o solo conveniencia, hasta me divertí haciéndolo, pero con ella no aparecía ninguna palabra lógica que me sirviera para decir cuán arrepentido estaba y como la quería de regreso.
Hice casi diez borradores donde me parecía que no era suficiente, en algunas fui muy gráfico y mencioné lo bueno que eramos ambos en la cama, pero eso no me funcionaba ahora, tenía que disculparme con honestidad. Le di la carta la noche anterior y aún no me ha llamado.
— ¿Entonces me dice que ya terminó con las cartas? — preguntó el doctor Hu.
— Sí, ya lee he dicho que hice todo mi recorrido del arrepentimiento — le dije rodando los ojos.
— ¿Ha recibido respuesta?
— Sí, muchos me han mandado al diablo... — dije — pero parece que me siento mejor.
— Eso es lo que provoca el perdón. Estoy gratamente feliz por usted — me dijo sonriendo — en algún punto pensé que no lo lograría.
— Agradezca a mi meticon amigo Kim Namjoon. No me dejó de fastidiar cada día.
— Los verdaderos amigos hacen eso — asentí — ¿Alguna carta en especial que le haya costado?
— La de ella, claro. No me ha llamado ni siquiera para mandarme al diablo, pero aún confío en que lo haga, espero y sea antes de mi viaje.
— ¿Tiene esa loca idea de retirarse?
— No es una loca idea, es algo que me quitará muchos problemas, estoy harto de trabajar y necesito unas vacaciones, quien sabe. Si Hui no responde y no viene a mi la dejaré tranquila y entonces yo me avebturare a un viaje al caribe para conocer mujeres.
— Parece que ya tiene todo listo. ¿Qué pasa si ella le dice que lo quiere de vuelta? — me preguntó con mucha curiosidad, casi emocionado.
— Pues me quedaré a amarla para siempre.
El me dijo unas cosas más de las que no estuve pendiente, pues en mi cabeza se reprodujo la sola idea de que Hui regresara conmigo ahora que estaba seguro de que la quería, aunque dudaba de que antes no lo estaba, solo que no quería reconocerlo por miedo a verme patético o porque no sabía como hacerlo, no sabía como decirle lo profundamente que me había hechizado.
Salí del consultorio con un certificado de haber completado mi sesión con "honores" y una ridícula galleta de chocolate. Me dirigí a mi oficina esperando a hacer algo de trabajo. Mi secretaria me informó que Jimin estaba esperándome dentro.
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𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓐𝓯𝓯𝓪𝓲𝓻 |𝒥𝑒𝑜𝓃 𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀
FanfictionHui: Las decisiones amorosas suelen ser las más difíciles de tomar, porque hay tres amores en el ring de pelea, el que das, el que tienes que recibir y el amor propio. La frase "dejar ir también es amar" no se refiere a cuanto amas a la otra persona...