𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 26;

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𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀

Tuve una noche fatal, visitar a Gyeong-hui no fue una buena idea. Me sentía confundido y completamente dolido por lo que había pasado en la puerta de su casa.

La mirada que me dio me dejó totalmente desconcertado, estaba vacía y me miraba justo de la misma manera en la que yo miraría a un desconocido. Como si en realidad nosotros nunca hubiéramos estado juntos, como si en realidad yo no hubiera sostenido su cuerpo nunca. Pero sabía que eso era una mentira absoluta, sin embargo entendía su proceder porque estaba dolida.

Sin nada de ánimos de ir a la oficina decidí prescindir de mis trajes de diseñador y usar una simple camiseta blanca y pantalones negros lisos. Además, hoy me tocaba otra reunión con mi siquiatra, y a pesar de que aún odiaba ese consultorio estaba dispuesto a intentarlo.

Tomé las llaves de mi deportivo y sentí que mi teléfono vibró en mis bolsillos. Era Jimin.

"Tu cuadro ya esta listo"

"Genial, enviaré a alguien para recogerlo"

"¿No quieres verlo tu?"

"No me interesa el arte"
"El señor Kim pasará por el, solo di la hora"

"Después de las cinco"
"¿Viajaras mañana?"

"Sí."

"Suerte, Jungkook. Espero que el cuadro combine contigo"

No le seguí respondiendo porque no había caso. Me puse en marcha a mi trabajo porque necesitaba terminar algunas cosas antes de las diez de la mañana. Tenía un vuelo al día siguiente para ir a mi hotel, que honestamente me tenía un poco cansado porque estaban apareciendo muchos problemas de ejecución, sobre todo porque el queipo de planeación no hacía bien su trabajo.

Llegué a mi despacho y recibí muchas miradas por parte de mi personal, me importaban bien poco en realidad.

— Señor Jeon tiene unas cuantas reuniones pendientes — me dijo Lia al cruzar la puerta de mi oficina — También, ya envié los ocho ramos de flores que pidió a la dirección que me envió esta mañana.

— No pedí ocho — le dije — pedí diez. Necesitas escuchar mejor.

— Lo siento señor, pero me hizo esa llamada demasiado temprano y yo estaba ocupada.

Levanté una ceja.

— Mi novio estaba en casa.

— No veo el problema, eres mi asistente, estas cosas pasan. Procuraré llamarte después de las cinco la próxima vez, así tu novio no se molesta.

— ¿Quiere que envíe los ramos restantes? — preguntó seria.

— No. Dudo mucho que conserve si quiera uno... — me senté en mi silla y cerré los ojos — Si eso es todo puedes irte.

— Olvidaba decirle que la señorita Minha lo espera desde hace una hora, ¿la hago pasar?

Suspiré.

— Qué más da. No se irá incluso si traes a la policía a este lugar.

Se fue de mi oficina haciendo un cansino sonido con sus zapatos de tacón, después entro Minha.

𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓐𝓯𝓯𝓪𝓲𝓻 |𝒥𝑒𝑜𝓃 𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora