Simplemente mi vida

¡Quiero morir!

-¡Amaia deja el cuchillo!- gritó mi hermana.

-¡No! Yo no merezco estar en este mundo. ¡Quiero morir!

-¡Que dejes el puto cuchillo! ¿No ves que si mueres nos harás daño a los demás?

-Mi vida no tiene sentido sin Mia, y seguro que los demás no le dan importancia.

-¡Pero yo si! ¡Joder deja el cuchillo ya!

Eché a llorar desconsolada. Me faltaba el aire pero me daba igual.

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-¿Que a pasado con el robot de cocina?- pregunto mi madre Mosqueada.

-Queríamos hacerte una sorpresa, pero se escapó todo los ingredientes y dejo el suelo perdido.

-Ya... Que sepas que ya no te dejo que vengan tus amigos a casa. Estoy muy decepcionada contigo.

-Decepcionada estarías conmigo si supieras que hice el otro día...

-¿que hiciste?

-nada. No te importa.

-¿como que no me importa? Dímelo ya.

-¡El otro día me intente cortar la venas pero Nerea no me dejó! ¿contenta?

Mi madre se quedo tan cortada que no dijo nada y solo se limitó a mirarme.
No aguantaba más y me fui llorando a mi cuarto.