Insuficiente

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Ya llevaba varios meses en clase, y la verdad no me sentía a gusto. Lo único que rondaba por mi cabeza era matemáticas. Todo comenzó en el primer examen de matemáticas, estudie bastante. Creía sacar buena nota, pero en realidad suspendí. Me vine abajo. Una vez suspendido el primer examen ya fueron todos los demás. Me daba angustia esa clase y esa profesora. Cada vez me sentía peor, viendo cómo me miraba, como me hablaba... y nunca se me olvidaría aquella frase que me dijo: " no sirves para nada, no deberías ir por bachiller "
Se me quedaron tan grabadas que hasta incluso sentí lo mismo. No valía para nada.
Todo era un círculo vicioso; suspendía, me deprimía. Deprimida suspendía, y me deprimía más. Sentía ansiedad estar con aquella profesora. Me daba miedo. Ella me veía como a veces lloraba en silencio. Pero nunca hacía nada. A partir de ahí me empecé a definir insuficiente, ya que por mucho que lo intentaba no era lo suficiente para nadie; ni para mis amigos, ni para mi profesora, incluso para mi familia. Nunca pensé en autolesionarme con cortes, ya que pensaba que eso era una tontería. Lo único que hacía era denigrarme a mí misma. Darle la razón a todas esas personas que me decían que no valía. No veía la salida a aquella etapa tan nublada y agria. Ya no dormía, no descansaba, mi mente me podía. Mis pensamientos negativos me comían a mi y a mi felicidad. Sentía que nadie me comprendía, por mucho que les explicase. A veces me daban ganas de matarme. ¿Total? Todo seguiría igual, incluso mejor.  Mis sentimientos de culpabilidad y de mal estar iban subiendo. Me sentía incapaz de parar todo eso. Poco más tarde, empezaron los ataques dé ansiedad. Primero lloraba, como todo el mundo. Cada vez mis llantos eran más fuertes. Mi fuerza más profunda se apoderaba de mis puños y los apretaba. Cuando ya no era suficiente, gritaba a la vez que me arañaba. Y de pronto, vacío. Un vacío perfecto, lleno de paz.
Los ataques de ansiedad fueron a más, hasta llegar al punto en el que semanalmente me daba uno, como mínimo. Mi hermana siempre lloraba, a pesar de haberme visto más de una vez así. Poco más adelante perdí el apetito. Mi madre se enfadaba conmigo porque pensaba que era a posta, pero en cambio no tenía ganas de comer.
Un tiempo después, una clase antes de matemáticas comencé a marearme, a sentirme muy mal. Tenía ganas de vomitar, me sentía débil.
Me daba puro miedo estar frente a esa profesora, tenía pesadillas, lloraba. Estaba inquieta. Me enfermaba. Todo por mi culpa. Me sentía idiota. ¿Por qué tenía que ponerme así? Nunca lo supe, jamás. Lo único que sabía es que ya hiciera lo que hiciera, sin importar el esfuerzo, era insuficiente.

N/A: holaaa, lo siento por la tardanza, intentaré subir más a menudo capítulos, muchas gracias por leer💙

Simplemente mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora