Simplemente mi vida

San Fermin

Al fin! Ya llegamos a mi pueblo. Deshice mi maleta y llevé la ropa sucia al cubo de la ropa sucia.
Una vez en mi cuarto, me senté en la cama y comencé a desnudarme. Un escalofrío recorrió mi cuerpo haciendo que se me erice la piel. Despues fui a la ducha y me di una larga ducha.
Al terminar me vestí con mis shorts de mezclilla y con una blusa blanca. Me arreglé y salí para coger el bus.
Llegué y me encontré con Mery y Anna.
-Amaia! Quetal? Te hemos hechado de menos!- dijo Anna.

-Anna! Ay pues muy bien la verdad, vamos a las atracciones?

-Si!- dijeron al unísono Mery y Anna.
En el camino hasta las atracciones hablamos de lo que pasó mientras que no estaba. Al llegar miré todas las atracciones impresionada. No las recordaba tan altas y divertidas. Sonreí y avanzamos hacia una atracción. Pagamos la entrada y nos montamos.
Cuando empezó algo hizo "clac". Me Asusté mucho...
-Chicas... Creo que va mal mi silla... Esta sin atar.

-Que?!- dijo Mery.
Ya era demasiado tarde. Empezó a girar a tal velocidad que de repente creí que se me estaba cayendo el mundo encima...
-Amaia! No! Socorro! Parad la atracción!