Luzu no podía pensar bien, los sentidos de su cerebro explotaban, su corazón ardía como sí hubiera sido expuesto al fuego, tener frente a el omega que había querido besar, que había querido declararsele en el lugar donde estaba su novio. De alguna u otra forma adoraba el sentimiento de la angustia, adoraría que quackity le fuera infiel a rubius por él.
Y allí estaba casi ni tocando su plato de comida viendo como quackity fijaba su mirada por segundos hacía él, como sí quisiera tener ese contacto visual, relamía sus labios y sus mejillas se ponían rosas, amaba ver al omega nervioso por aquel.
Tal vez se habría fijado en la mirada perturbada de rubius de no ser que ni siquiera le importaba, quackity era un perro que movía la colita por la atención del castaño, comía bocados moderados poniendo mechones de su negro cabello detrás de su oreja.
-¿en qué se tardaron tanto?- preguntó lolito ya casi terminando su plato, alexby ni siquiera le pidió lo que "quería del supermercado" -Me perdí del tiempo porque le estaba mostrando a quackity algunos lugares del centro.
-Me hubieras pedido que te acompañara, cariño- menciona rubius deslizando su mano terca hacía el grueso muslo de quackity sin que mucha gente se diera cuenta, de no ser que luzu era mucho más sensible a estos detalles.
-Eh, solo pasó, perdón amor- sonrió con miedo, sintiendo las manos de rubius recorrer más lugares de los que debería en aquel momento, luzu frunció el ceño.
-Bueno, la próxima vez estaré feliz de que luzu me invite a acompañarlos- el morado neón quizás afectaba a la mayoría, quizás debilitaba los sentidos de vegetta, quizás bastaba para romperle el brazo a un niño, hasta podía manipular a quackity con éste.
Pero el vino tinto de luzu era mucho más fuerte, es por ello que le sonrió a rubius con la sonrisa más sinica que encontró -por mí está bien.
Quackity soltó un chillido levantándose de la mesa de inmediato al haber sentido como su estómago revolvía en asco la mano libre de rubius tocar su miembro, de bajo de una mesa donde sentaban todos sus amigos.
-Tengo...tengo que ir al baño- exclamó con desesperación cubriendo su boca, rubius agarró sus cosas siguiéndole el rastro -Se veía enfermo, luzu, vé.
Menciona fargan haciendo que el alfa asintiera, sin dudar fueron dos de las personas importantes de quackity a verle como contenía las ganas de vomitar.
Odiaba ese lugar, odiaba los baños públicos, odiaba la menta, la vainilla, los helados pero amaba las margaritas y la puesta de sol, amaba el café -Ehh.
Entró al baño público de golpe, dejando escapar el líquido de su garganta, vomitando con arcadas salir de su boca -Quacks!
Rubius golpeó con el dedo índice de sus manos la puerta débil de la cabina, quackity seguía vomitando mientras sus ojos lagrimeaban, no solo por haber tenido ese contacto, sí no algo más, se sentía enfermo, mareado, dolía su estómago.
-Él está bien?- preguntó luzu jadeando por haber trotado, sin embargo rubius lo empujó fuera de los baños con un agarre intermitente.
Se habría quejado de no ser que cubrió su boca con aquellas frías manos, quedó tras la pared golpeando su nuca aturdiendo sus sentidos por un segundo -¿qué tanto hicieron juntos?
Susurraba en voz alta, el morado resaltaba tanto que podía compadecer los cafés cabellos, casi lo ahorcaba cuando el alfa clavó sus uñas en el brazo sujetante de rubius -¿qué crees que hicimos?
-Por Satán, luzu, sí me entero que abusaste de él...
-¿No podrías creer que él también quisiera coger conmigo?- sus ojos vino tinto se expandían al rojo vivo, tenía esa sonrisa maniatica por cada apretón que daban los dedos de rubius presionaban su garganta, no le gustaba la acción, le gustaba tener a aquel alfa tan intimidado que ni siquiera vería la sombra entre sus dedos.
-Euugh, rubius, por favor- suplicaba quackity desde dentro del baño, el alfa dejó que luzu diera esa bocanada de aire con sus pies en el suelo, luzu se sorprendió al notar la voz quebradiza del omega.
-Cariño, ¿qué pasa?- el alfa vio al chico tratar de respirar tapando sus fosas nasales allí sobre la tasa arrodillado, por primera vez se arrodilló preocupado dejando que el omega cayó sobre su pecho como un gato bebé.
-Quiero irme, me siento mal, la comida me hizo mal- rubius besó su frente apegando su delgado cuerpo hacía él, el omega se aferró a la menta -Les diré a todos.
-Luzu, diles que quackity se siente mal, yo lo llevaré al hospital- luzu asintió sin protestar, tan solo ver la mirada débil de quackity le hizo ver el peligro, sus espaldas pegadas y el omega aferrado le hacían ver que aún no llegan a al punto donde quería llegar.
(...)
El taxi olía mal, tal vez era el instanciable olor a gasolina o es la menta combinada con el ambiente, podía sentir sus piernas rechinar cuando las ruedas saltaban por el pavimento. Abrió los ojos poco a poco viendo la figura del rostro de su novio marear -Cielo.
Decía rubius acariciando su espalda, quackity cubría su boca y nariz tratando de no vomitar una vez más -Tranquilo, toma aire.
Por primera vez confío en su palabra, abrió la boca lentamente tomando una bocanada de aire para después soltarla de forma leve, trataba de respirar normalmente calmando sus ganas de vomitar por al menos algunos minutos.
Al llegar al hospital rubius le guió hasta la sala de emergencias, donde de inmediato fue atendido -Señor Wembley, ¿puede reconocerme?
Una enfermera del lugar que tenía un par de papeles en mano, podía oler la menta aunque estuviera postrado en una camilla nuevamente, él odiaba el hospital.
-Sí, un poco- tartamudeó con su espalda recta, no podía aclarar la vista al estar directa una luz de foco -Hemos hecho un análisis.
-¿y?- quería dormir, quería dormir y no despertar, quería que solo fuera una siesta, que no sería nada más que una pesadilla, la enfermera apagó el foco directo haciéndole recapacitar por unos minutos.
-Son dos noticias, una buena y otra mala- mencionó la señorita poniendo de puntas el cabello de quackity, cerró los ojos sin responder, temía.
-La buena es que usted está embarazado- no, no era buena, no era buena para nada, se sentía aterrado, confundido, destruido, sentía su estómago arder, podía escuchar los gemidos de rubius, podía sentir su semen otra vez.
Podía verlo mover sus caderas sin condón por más que suplicará parar, podía sentir como rasguñaba sus caderas, movía sus muslos o lo obligaba a mover su nuca de rodillas ante él. Podía sentir la mirada morada neón de él juzgandolo, podía sentir la ira, los celos, el alcohol, podía seguir viendo Netflix en una habitación sola.
-Lleva aproximadamente un mes de embarazo, lo felicito- apretó sus dientes sintiendo sus garras rasguñar la piel de sus manos, podía sentir su corazón arder -Lo malo es que respecto a esto, y sus múltiples heridas en la piel...
-Es peligroso tener al bebé fuera del cuidado médico, ha sufrido daños considerables, quizás por el sexo rudo, o porque se presentó a una pelea, o porque se hizo daño de forma matutina- quería morir, quackity quería morir, quería parar el tiempo y romper toda la habitación, deseaba que aquel Dios que tanto comentaba Wilbur le salvará.
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ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ.
FanfictionOdiaba lo mucho que necesitaba su tacto, cómo lo tocaba y sus insinuaciones, odiaba su olor o cómo forzaba a besarlo cuando estaban solos, odiaba que lo amará cada vez que le daba regalos o decía lo mucho que lo quería, odiaba que le gustaran sus ce...