—Pero, ese era mi lugar secreto— reclamó Adam mientras Cameron miraba un libro, buscando algo.
—Corrección. Es nuestro lugar secreto, ya que lo encontramos juntos cuando niños, y por lo que tengo entendido, por la enorme cantidad de alardes que he escuchado de ti, ya llevaste a muchas chicas a pasar una noche romántica contigo—
Adam guardo silencio, y Cameron se permitió disfrutarlo unos segundos con una media sonrisa en el rostro.
— ¿Y tú harás lo mismo con ella?— pregunto su gemelo volviendo al ruedo.
— ¿Qué cosa Adam?—
—Revolcarte con ella— exclamo como si fuera lo más natural del mundo.
Cameron cerró el libro y suspiro. No encontraba lo que buscaba, aunque estaba seguro de haber visto esa página, en alguno de los más de doscientos libros en la casa.
—No hermano— respondió finalmente ante la atenta y expectante mirada de Adam— Yo solo busco una amistad, de la cual aprender. He estado mucho tiempo fuera de este mundo y él no me ha esperado.
—Podrías aprender mucho de mí, si me preguntaras ¿Sabes?—
—Prefiero ser torturado antes que oír uno de tus relatos románticos— exclamo asqueado.
—No entiendo porque le temes tanto a ese momento. Es increíble—
—No le temo Adam. No digas tonterías. Solo... Espero a la chica correcta—
—Si no supiera de buena fuente que perdiste la virginidad con una chica, hace más de cuarenta años, creería que eres gay—
— ¿Habría algún problema con que lo fuera?—
—Muchos. Empezando obviamente por papá—
Cameron negó lentamente sacando otro libro de la biblioteca. Uno de plantas extrañas.
—Oye, sé que me dirás que no, ¿Pero podrías aunque sea pensarte lo que voy a preguntarte?—
—Si ya tienes la respuesta, ¿Qué ganaras preguntando?—
—Tal vez logre darte lastima y accedas—
—Seguramente me arrepentiré, pero si te digo que no, seguirás insistiendo... Así que... ¿Qué quieres?—
— ¿Podrías prestarme el auto mañana por la noche? Saldré con una chica del grado de Layra, y quiero impresionarla—
—No—
—Oh vamos Cameron. Es importante, y te juro por lo que más quieras que te lo devolveré, y con el tanque lleno—
—No me preocupa que me lo devuelvas con el tanque lleno. Me preocupa lo que pase dentro del auto, o al auto. La última vez, le hiciste un rayón de quinientos dólares, y dejaste un envase de yogurt volcado sobre el asiento delantero—
—Pero pague los daños y luego lo guardaste por cinco años hasta estos días—
—Solo limpiaste el yogurt. Del rayón me tuve que ocupar yo—
—Está bien. Hagamos un trato. Si me lo prestas, te liberare del castigo de papá, te lo devolveré con el tanque lleno, y te prometo que no pasará nada sucio dentro del coche—
— ¿Sucio? Si algo sucio pasara en mí... Espera un segundo— lentamente, Cameron se giró y encaro a su hermano— ¿Acaso tu... Tuviste sexo en mi auto?
—No...— susurró Adam retrocediendo unos pasos.
— ¿No? ¿Y porque estas nervioso de repente?—

ESTÁS LEYENDO
Criaturas de la Noche. Primera Parte. ©®
Werewolf¿Que pasaría si un día despiertas y ya no eres el mismo joven de hace sesenta años? ¿Qué harías si una extraña enfermedad te hace perder el control de aquello que te diferencia de la sociedad y las personas que la componen? Esta es la historia de es...