La Calavera

La Locura Es De Familia

James salió de la casa sin notar que su hermano, Nain, lo seguía. Caminaron por pasillos oscuros y gastados, Nain no dudó ni un segundo en seguir a su hermano, algo no le cuadraba.
Caminaron hasta llegar al hospital, no fue sorpresa para James el ver que había gente adentro, según sus cálculos habían alrededor de diez personas ahí, a Nain se le pasó una extraña idea por la cabeza ¿Que es lo que harán?

-Oh... Creeme Nain, te divertirás- James sonrió dejando ver su locura, cosa que también le sacó la misma sonrisa pero más tétrica a Nain- Una actividad para hermanos....

-Estoy de acuerdo....

Ambos entraron sigilosamente y fueron por distintos caminos, cada uno con un arma distinta, James iba con su daga de plata mientras que Nain llevaba el hacha de emergencias.
James fue el primero en encontrar a su víctima, este le tocó el hombro haciéndolo saltar, al ver de quien se trataba este se asustó. James tenía esa horrible sonrisa en su rostro mientras sostenía la daga, en el momento en el que el chico se descuidó, James lo pateó en el estómago haciendo que el impulso lo lanzará contra la pared haciendo que se golpeara la cabeza.

-Agk.

-Shh, el show aún esta por comenzar así que el público queda en silencio...

James se agachó hasta estar cara a cara con el chico, le sonrió para luego hacer un corte tipo reloj en el abdomen dejando los órganos expuestos mientras el chico seguía con vida, este se quejaba de aquel insoportable dolor. James arrancó el páncreas del chico haciéndolo gritar, cosa que sólo hizo que James riera como el maniático que es.

Nain por otro lado, sorprendió a dos chicos por detrás, le clavó el hacha en la cabeza a uno para luego deslizar el hacha cortando todo a su paso. Después de tomarla de vuelta hizo un movimiento rápido cortandole la cabeza al chico.

-¡Agk!

La cabeza rodó hasta los pies del joven mientras el cuerpo caía al suelo, la sangre cubría la mayor parte del suelo y de la ropa de los presentes, Nain sintió como unas gotas de sangre corrían por su rostro, lo que le sacó una risa a Nain.
El chico lo miraba horrorizado, Nain reía al estar cubierto de la sangre de su amigo, no quería pensar en que le pasara ahora a él, intentó huir y salir de la habitación, cosa que logró pero Nain notó su ausencia rápidamente. El chico empezó a correr mientras Nain solo lo seguía caminando, arrastraba el hacha haciendo que esta emitiera un horrible sonido contra el suelo agrietado.

-¡De-Dejame en paz!

-No creo que eso sea posible.....

Nain aceleró su paso mientras el chico disminuía el suyo, Nain aprovechó ese descuido para correr hacia él, levantar el hacha y con el mango de madera tirarlo contra la pared. El grito de dolor que emitió al clavarse una de las perchas de la pared en el hombro fue desgarrador, el perchero estaba oxidado y gastado dejándole así una punta filosa que se le clavó en el hombro, la sensación de que aquel metal estaba adentro de él era lo peor que había sentido. Nain reía como desquiciado, todo eso le causaba risa.
Nain se acercó y levantó el hacha para luego dejarla caer a su lado, vio una bandeja de utensilios médicos y se le ocurrió que eso sería mejor.
Encontró distintas cosas pero lo que le llamó la atención era un bisturí con poco filo, no lo tomó, en su lugar tomó trozo de metal que estaba al lado, aquel trozo tenía un lado filoso y eso le dio una idea.
Tomó el metal y con se acercó al chico que aún intentaba sacarse la percha, este al ver que Nain venía con ese metal empezó a susurrar, sus ojos empezaron a cristalizarse para después darle paso a las lágrimas. Nain se acercó y se levantó las mangas de su camisa, tomó el metal para empezar a cortarle el brazo con el, los gritos de dolor que emitía el chico eran horribles, Nain se molestó por eso así que sacó de su bolsillo un pañuelo y se lo puso en la boca, así al menos no escucharía como el chico gritaba.

-¡Ya callate un poco!