°~Lybrary~°

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Primer día del fin de semana, por fin el dulce y sabroso aroma a finde, sobre todo porque se podían levantar más tarde y eso le venía perfecto al peli azul pues estaba agotado por echarse a la cama tan tarde tras hablar con Rius.

Se despertó sobre las doce y le vino de perlas pues en la tarde tendría que ir a hacer el trabajo con Trolli y no tenía ganas de ello. Como de costumbre se dio una ducha rápida y desayunó algo ligero, mientras desayunaba se quedó mirando el móvil tranquilamente. Estaba deslizando por Instagram cuando le llegó un mensaje de Rius.

Rius: Perdón por dejar de responderte, me quedé dormido.

El peli azul rio frente al comentario de Rius, no sabe porque pero le pareció divertido, no sabía que responder pues él ya se imaginaba que Rius dejó de responder por eso. Al fin se decidió.

Timba: Tranquilo, ya me lo imaginé, no pasa nada.

El menor en su cuarto se sonrojó, se avergonzaba de que Timba se imaginará que se durmió, ¿Y si ahora creía que era un vago o un dormilón?, esa idea le aterraba y no salía de su mente, asi que se apresuró a escribir.

Rius: Hablamos luego, tengo cosas que hacer, adiós.

Y con la misma se desconectó, decidió que ya era hora de ir a desayunar. Bajó las escaleras tranquilo, pero no vio a la criada de su padre por ningún lado, no le dio mucha importancia pues no tenía mucha relación con ella, de echo hacía mucho que no la veía, por lo que podía intuir que su padre la había despedido. No pensó más en la chica y se fue directo a la cocina. Su padre estaba ahí tomando un café tranquilamente mientras leía el periódico.

Al escuchar a Rius entrar en la cocina levanto la cabeza y lo miró de arriba a abajo.

-Buenos días Rius.-

Rius sacó su libreta de pollitos, la misma que le regaló Timba, y comenzó a escribir.

"Buenos días padre"

- ¿De donde sacaste esa libreta?, se ve un poco vieja.- Le dijo mirando las manos del menor.

"Me la regaló un amigo, me gusta mucho la verdad."

-No es muy bonita, si quieres una libreta dímelo y tira esa.- Le propuso.

"Estoy bien con esta libreta, gracias."

-Tú mismo.- Dijo para sumergir de nuevo la cara en su periódico. -Tienes planes para hoy?.-

El menor volvió a escribir.

"Saldré para hacer unas cosas de la escuela."

-Okey, ve con cuidado, cualquier cosa ya me dirás.- Y con la misma se fue de la cocina en dirección a su despacho.

Rius se quedó solo, asi que se hizo el desayuno y se regresó a su cuarto para preparar las cosas que se llevaría y descansar un poco de paso. Por la parte del peli azul, él estaba tumbado en el sofá, relajado y viendo la tele. No sabía muy bien que hacer.

Al cabo de una hora aun estaba tirado en el sillón, le dolía todo, pero tenía que ir a la biblioteca. Se levantó del su sitio y se fue directo a cambiarse, hacía bastante frio, el tiempo había cambiado desde por la mañana. Se abrigó bien y se fue directo a la biblioteca, en la entrada estaba Trollino, ya esperando a Tima, o eso supuso él.

-Hola Trolli.- Le dijo al llegar.

-Hola dormilón.- Respondió.

-¿Ya empezamos vinagre?-

-Si sigues así sí.- Le afirmó el azabache.

-Anda vamos dentro, será lo mejor antes de que te pegue.- Propuso.

-Vale.- Y con la misma comenzó a entrar.

Estuvieron investigando durante una hora sobre el tema que podían realizar, y tras escogerlo dedicaron unas horas a investigar. Ambos acabaron más agotados que al inicio y no llevaban ni la mitad de la presentación.

-Estoy cansado.- Se quejó el peli azul apoyado en sus brazos.

-Yo también pero no me quejo.- respondió el contrario.

-Tampoco tienes porque ser asi, pero bueno, ¿prefieres que sigamos otro día?.-

-Me parece buena idea, asi que perfecto, ya hablaremos.- Le respondió el azabache recogiendo y abandonándolo ahí.

Timba se quedó solo en la biblioteca, y aunque deseaba marcharse decidió dar una pequeña vueltecita y de paso regresar a su lugar todos los libros que habían cogido Trolli y él.

Estaba dando vueltas cuando vio algo que le llamó la atención, era Rius, estaba dando saltitos para alcanzar un libro que había en un estante bastante alto. Se acerco a él y el menor ni cuenta se había dado hasta que Timba estiró el brazo y alcanzó el libro que Rius anhelaba. Le dio curiosidad asi que miró de que era el libro, era una novela romántica.

-¿Te gustan las historias de amor?.- Le preguntó mientras le ofrecía el libro.

"Sí, también me gusta leer sobre plantas, ¿Tú que haces aquí?"

-Vine a trabajar sobre la exposición oral con un amigo, pero ya se fue.- Aun con el libro en las manos.

"Gracias por alcanzarme el libro."

El más bajo agarró el libro algo sonrojado, como de costumbre últimamente.

- De nada, ya me voy, cualquier cosa que necesites dímelo.- Se despidió dándose la vuelta dispuesto a irse, pero el menor le detuvo.

"Voy a pedir prestados estos libros, ¿puedes esperar a que acabe y me acompañas a casa?"

-Claro, te espero aquí.- le respondió.

Rius empezaba a tardar asi que Timba comenzó a preocuparse bastante por él, salió de donde estaba y fue a buscarle por toda la biblioteca, hasta que al fin lo encontró. Estaba acorralado por un chico en que en poco tiempo se fue, y en ese momento fue cuando Timba logró ver la cara de Rius con alguna herida. Al verlo así corrió hacia él.

-Rius, ¿estas bien?- Le preguntó nada más llegar.

"Sí, tranquilo, estoy bien."

-Ven, vamos a que pidas los libros y después vamos a curarte.- Dijo el mayor agarrándolo del brazo y llevándoselo a la entrada.

Mientras se dirigían allí el menor volvió a ruborizarse, aun no comprendía por que, solo escondió bien los libros que le daba vergüenza que el mayor viera y le pidió que esperara fuera mientras los cogía prestados. En cuanto la bibliotecaria le entregó los libros los guardó en su mochila. Timba, tal y como le dijo le estaba esperando a la entrada.

-¿Ya esta todo?- Le preguntó cuando llegó.

El menor asintió y Timba le agarró y se le llevó a su casa, aprovechando que por el momento vive solo le metió para la cocina y le hizo sentarse mientras iba a buscar el botiquín. Al regresar Rius seguía sangrando bastante.

-Puede que ahora te escueza un poco, asi que perdóname.- Dijo sacando un algodón y alcohol para limpiarle bien.

El peli azul empezó a limpiar la sangre delicadamente, como si la piel de Rius se tratara de una porcelana muy frágil. El menor se volvió a sonrojar y al ser tan pálido se le notaba bastante. Timba estaba tan centrado en curarle las heridas que no se dio cuenta, cuando levantó la mirada para mirarle a los ojos notó que sus rostros estaban muy cerca. Al darse cuenta Timba también se sonrojó un poco y se alejó. Tras recobrar algo de conciencia cogió unas tiritas y se las puso al menor, para asegurarse que no sangraba de más.

"Gracias."

-De nada Rius.- Le acarició un poco la cabeza y se levantó.- será mejor que te vallas ya a casa, es tarde.-

El menor completamente sonrojado se levantó y asintió, y sin dejar hablar a Timba se despidió y se fue corriendo a su casa, estaba avergonzado de sonrojarse tanto y se sentía raro, necesitaba salir de allí cuanto antes. Al llegar corrió a su cuarto y se metió directo en la cama y cubriéndose hasta arriba con las mantas. Después de un rato pensando en lo que le ocurría se quedo dormido y así acabo su día.

°~Because, I love you?~°  ¦Riumba¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora