Tres.

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Los fuertes golpes en la puerta despertaron a Jungkook, el ruido era demasiado. Después de no haber dormido correctamente en días solo esperaba un poco de compasión del universo para poder disfrutar de su descanso. ¿Quién se atrevía a perturbar su sueño de tal manera?

Arregañadientes se atrevió a abrir la puerta tras reconocer la voz de su hermana.

-¿Pero qué demonios te pasa Jeon Jungkook?

-Buenos días querida hermana- de dónde venía tanta agresividad. -¿Jimin también tú?- su cuñado se veía igual de frustrado que su hermana. -¿Sucede algo?

-¿Eso me gustaría preguntar? Disculpame- la pelinegra resopló agradeciendo que todo estuviera aparentemente bien.

Detrás de ella Jimin despedía al Guardián del edificio, mismo que habían llamado por la preocupación de que el inquilino no abriera despues de tanta insistencia y más con los precedentes.

La pareja entró al departamento llevándose una grata sorpresa de encontrar el lugar en orden.

-¿Quieren un poco de café? ¿Soda? ¿Jugo?

-Preferiríamos un poco de jugo.- respondieron viéndose sin saber como preguntar.

-¡Juguitos a la orden!- el acento clásico de Busan destacó más que nunca. Algo estaba claro, podían sacarse de la mente esos pensamientos fatalistas sin embargo tenían que asegurarse que realmente sólo eran ideas locas.

-Kookie ¿por qué no respondias? Me preocupaste.

-Jihyo sabes que casi no respondo los mensajes, me hubieras llamado.- los honoríficos no eran muy usuales entre ellos.

-Lo hicimos, te llamamos incontables veces.

Jungkook tomó el celular de su buro recordando que lo había silenciado totalmente. Al prender la pantalla le sorprendió ver tantas llamadas perdidas, no sólo de Jihyo y Jimin.

Lo más alarmante fue ver la hora, él que solía despertar desde temprano para ejercitarse se había quedado absolutamente dormido, era más de medio día.

Rápidamente revisó el correo y destacó una notificación que avisaba de una reunión en la editorial, lo abrió dirigiéndose a la cocina desde donde los escuchaba.

-Mierda- dijo entre dientes. El tiempo era suficiente tan sólo para ducharse y estar preparado, tenía visitas y sería grosero correrlos tan pronto, después de todo ya los había preocupado bastante.

Continuó revisando, notificaciones de sus redes sociales en páginas y grupos de fans de su escritura. Formaba parte de ellos oculto como un fan más, le agradaba saber que pensaban los lectores y que esperaban. Ahora no era tiempo, más tarde podría revisarlos.

Un mensaje más destacó.

«Jungkook, te llamé pero no contestas seguro estas muy inmerso en la historia no esperaba que las cosas se apresuraran de tal manera pero el director quiere ver un adelanto. Se que podrás con esto siempre haz sido muy hábil, no importa que el borrador no esté completo. Confío en que lo harás excelente, impresionalos»

El mensaje había sido recibido desde las 19:30 horas del día anterior. No había excusa para no entregar, tenía menos de tres horas para avanzar con el escrito y enviarlo con la secretaria de Kim, realizar una presentación adecuada, imprimir el boceto, atender a sus visitantes que justo esperaban su jugo y llegar a la editorial que estaba a 40 minutos de ahí.

- Solo un día me tomé de descanso y resulta en esto.- vertió el jugo en los vasos y se dirigió con su familia.

-Jungkook- Jihyo tornó su mirada dulce a una preocupante nuevamente, su esposo la tomó de la mano mostrándole apoyo y que él se encargaría del asunto.

Segundo plano al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora