Segundo plano al amor

Cinco

Al despertar Jungkook creía haber tenido un sueño bastante extraño siendo que la posibilidad de que todo eso fuera real era mínima más no imposible.

Velozmente se levantó de su cama tropezándose con sus pies. Su vista nublada debido a su reciente despertar, sin contar el hecho de que no encontraba sus lentes lo llevó a acercar a su rostro una nota que estaba pegada a su computadora, con los ojos entrecerrados alcanzó a leer lo que decía.

«Salir al parque de enfrente para ver al doctor Kim ^_^»

—Genial no fue un sueño, pero ¿qué se supone que haremos?, en realidad no pensé bien lo que hacía. — con pereza se frotó los ojos y suspiró tratando de pensar con claridad.

Ya con la mente más clara y su vista mejor recordó haber dejado los cristales sobre el gabinete en el baño, a paso lento se dirigió primero a su armario para cambiar su intento de pijama por ropa deportiva holgada y cómoda, finalmente pasó por el baño a lavar su cara y boca para después colocarse los lentes que le permitieron ver con mayor claridad.

La habitación estaba decente a excepción del desorden en su cama de la cual se hizo cargo apresurado, su cocina por primera vez en mucho tiempo estaba totalmente limpia e incluso tenía provisiones suficientes, mismas que había comprado el día anterior, aprovechando sus compras se preparó un poco de avena con arándanos y rodajas de plátano además de un smothie de fresas.

La hora era perfecta para hacer sus rutinas diarias, salió de su departamento y se internó en los espacios libres para poder realizar su trote habitual. Con su reciente libro, el tiempo para ir al gimnasio se había reducido y no pensaba pagar una suscripción cuando no podía gozar del servicio al cien por ciento por lo que había estado manteniéndose con una rutina diaria y de vez en cuando pasaba al gimnasio, por lo general cuando se sentía demasiado estresado.

El viento frío golpeó con suavidad al rostro de Jeon, su nariz y orejas se tiñeron de un peculiar carmín. Generalmente pasaba por esa reacción, pero esta vez sus músculos se tensaron lo suficiente como para dejar el trote por unos segundos y tratar de relajarlos.

En medio de su descanso recibió un mensaje que le sorprendió bastante, aquel hyung que rara vez le contactaba lo invitaba a tomar café, la hora pactada era cercana así que suspendió su ejercitamiento y se dio una ducha rápida para relajarse y encontrar un poco de calor.

Al llegar a la cafetería encontró rápidamente a su hyung, a pesar de haber varios clientes destacaba notablemente, tal vez por su palidez contrastada con su atuendo oscuro o quizá por su atractivo y porte de superioridad.

—Yoongi hyung— el menor saludo con un pequeño movimiento de manos capturando la atención del mayor que ya hacía esperándolo en una mesa mientras observaba su móvil.

—Agradezco que hayas tenido tiempo para verme ¿te parece un americano? — dijo llamando al joven mesero para que les atendiera.

—Prefiero un latte y una tarta de fresas.

—De mi parte un americano y un pastel de chocolate, por favor. — el joven asintió confirmando la orden y se retiró para volver poco después con lo pedido.

—¿Hyung sucede algo?

—Es Jin hyung, ha estado actuando extraño... creo que no he sido un buen amigo.

—Ese es tu problema, sigues creyendo que solo son amigos cuando es obvio que no. — Jungkook tomó una pequeña pieza de la tarta.

—No Jungkook, se lo que quieres decir, pero ambos sabemos que sólo es un absurdo.

—Yo sé que no lo es, solo que ambos son bastante testarudos. — Min negó. —Yo sé de estas cosas, créeme.

—Jungkook, ni siquiera has tenido tantas parejas y ninguna duró más de un mes. — Yoongi se disculpó después de notar la frialdad con la que lo dijo.