I: CORTEJO FUNEBRE

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Laena Velaryon está muerta, que la hija de la serpiente marina hallara su final en las llamas de Vhagar después de las complicaciones propias de un parto era una tragedia, o eso suponía Nerón mientras viajaba recostado a cuestas de su dragón. Habiendo pasado su corta vida entre los castillos y vastos dominios del reino de su padre, poco aprendía sobre sus parientes de Westeros, apenas y sabía que este lugar existía, mucho menos Marcaderivia; claro que como heredero al trono de Varelis estaba obligado a aprenderlo y lo haría en su momento. Sin embargo, como el rey no los apreciaba a modo de enemigos y por las lejanías entre sus tierras estaban en segundo plano, en aquel tiempo la comprensión de los Drothraki – que estaban de igual forma lejos y se consideraban inferiores – estaba incluso por encima de ellos, ni hablar de los pueblos salvajes, los reinos rebeldes o los incomodos vecinos de arriba ¡Incluso las ruinas de Valyria le parecían más importantes que esta basura política por los dioses!

Aún le estaba durando el berrinche que armo en su alcoba cuando su padre comunicó el viaje de emergencia; "toma tus cosas, encilla y alzamos vuelo hoy mismo" le había dicho. Casi completó su salida del lugar en el momento que la voz rasposa del príncipe cuestiono el motivo de la salida, ansioso por una pelea o la oportunidad de cobrar tributo en persona recalcando su posición a los que aun inconformes se aferraban a la idea de sus hermanos como gobernantes. Su emoción fue disipada en cuanto las palabras abandonaron los labios del mayor para impactar a sus oídos, estaba consciente de los deberes políticos, pero hacer todo un viaje hasta poniente solo por la muerte de la hija de un lord que apenas y conocía por apodos no era algo a lo que se sintiera obligado. Aún mientras guardaba sus cosas protestaba marcando su presencia como innecesaria. De todas formas, estaba acostado sobre la montura aguardando el momento del descenso.

– Sabes lo poco que Zakarr le gusta seguir a Trigon – expresó su acompañante en un intento por revivir la plática de inicio del viaje, la cual por cierto había nacido muerta.

– Y tú sabes que menos le gusta volar a sin propósitos – defendió –, de todas formas, no le quedan muchas opciones; él está consciente que no tengo idea de cómo se llega a ese lugar.

Su padre quedo en silencio por un momento mientras marcaba un ritmo relajado en ambas bestias, un poco para poder hablar sin gritar y otro para evitar la mirada molesta del reptil. Pensaba en cómo responder a eso, de forma que aceptase recibir información que en otros momentos se había guardado para sí.

– También detesta no saber en dónde va a dormir, por lo que me comentas, no existen lugares propios para mi Zakarr ¿Qué mierda es una cueva de dragones? ¿Les creen perros acaso? Y ¿Qué hay de esa basura de reclamarlos? Tratan como animales de casa a bestias que nos hacen lo más cercano a dioses sobre la tierra.

– No te estoy diciendo que tenemos que adoptar sus costumbres, Zakarr no puede entrar a ninguno de esos lugares sin aplastar a los demás. Es probable que duerma afuera, siempre lo hace en casa.

– Tampoco le gusta acompañarse por dragones pequeños y estúpidos; con trabajo puede soportar al tuyo.

– Entre los dragones de la casa Targaryen se encuentra Vhagar, prometo que va a gustarte, es grande, supera el tamaño del tuyo, es la más vieja y ha estado en grandes batallas. La conocen por ser la más grande sobre la tierra, también es la más vieja.

– Eso ya lo dijiste, dos veces.

– Podría enseñarle cosas nuevas a Zakarr, incluso podría resultar benéfico – anteponiéndose a las palabras de su jinete el animal hizo sonar sus cuerdas en desaprobación.

– Lo que él dijo – su padre rio al finalizar el comentario, justo como el heredero que apenas y aceptaba la perdida de este combate verbal. Antes de aceptar la derrota cuestionó – de todas formas ¿Por qué vamos al funeral? Se que como cabezas de nuestro reino debemos estar enterados de lo que sucede más allá de nuestras fronteras, pero estar enterado es mucho menos de lo que representa hacer este viaje, ambos, incluso si prescindieras de mi compañía. Lo único que nos conecta con los Targaryen y los Velaryon es que como nuestros ancestros son parte de las ruinas Valyria, nada más, no debemos nuestra posición a Aegon o a sus hermanas, estoy completamente seguro de que en todos los años que nuestros ancestros y los de ellos poblaban la misma ciudad ninguno se saludó siquiera. Sabes lo que opino de esos príncipes y princesas de manos suaves y caras perfectas; si fuera por mí ya habría quemado sus tierras y hundido sus barcos.

House of Rex || House of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora