El indulto de Malfoy
El primer día de actividades para Hermione resultó más complejo y ajetreado de lo que esperó. La profesora McGongall le entregó personalmente su calendario y le propuso incluir asignaturas extras, cuidando de que no existiera ningún problema en el horario para asistir a todas las clases.
Fue complicado adaptarse a los métodos de enseñanza de los nuevos profesores, pero al final descubrió que podía acostumbrarse a sus buenas y flexibles actitudes.
Respecto a los estudios, deberes, lecturas y prácticas, tuvo la menor de las dificultades, a pesar de que en séptimo año cada asignatura aumentaba en complejidad y dedicación, Hermione tenía un don nato para adquirir conocimientos.
Disfrutó de cada una de sus clases y proyectos, no obstante, durante los primeros días miraba con nostalgia los habituales lugares de Harry y Ron. Se sentía sola en todo el día hasta que se dio cuenta de que no había tenido tiempo de conocer a nadie más a fondo que a ese par, ahora podía intentarlo sentándose a lado de Neville Longbottom.
Neville, Luna Lovegood, Ginny y ella se sentaban juntos en el almuerzo y compartían cualquier anécdota o trataban algún tema de su clase anterior. Acudían a los debates que Neville siempre ganaba en la clase teórica de Herbología, esperaban a Ginny en las gradas del campo de Quidditch hasta el final de la práctica y visitaban con frecuencia la cabaña de Hagrid para tomar el té y distraerse con las ocurrencias que él siempre tenía para contar.
El ambiente en el castillo dejó de trasmitir miedo e inseguridad, fue cuestión de días para que el bullicio en los pasillos volviera a surgir y el color armonioso iluminara cada mañana los verdes jardines y nuevos muros de Hogwarts.
Hermione se dejó llevar por el afable ambiente que se creaba cuando estaba con sus amigos, por primera vez el tiempo parecía correr normal y ella tenía la seguridad de que ningún mago tenebroso resurgiría.
Sin embargo, en cuanto se topó con Malfoy en el pasillo sus conjeturas respecto a su indulto volvieron a inquietarla. Le sorprendió que aquella noche en el tren respondiera al instante en que ella le habló, seguramente no volvería a suceder, por lo que hacerle la pregunta directamente a él sobre cómo le permitieron retomar sus estudios estaba descartada.
—Malfoy está en la escuela —mencionó Hermione, observando las expresiones de sus amigos.
— ¿De verdad? —preguntó Neville, atónito.
— ¿Te ha hablado de nuevo? —prosiguió Ginny.
—No, pero le he visto asistiendo a clase de posiciones —respondió Hermione.
—Debe estar pasándosela muy mal ahora que todos desprecian y guardan especial rencor por los exmortífagos —dijo Neville.
—Malfoy reconoció a Harry en la mansión aquel día y no dijo nada, pero esa no es prueba suficiente para absolverlo de sus crímenes. ¿Cómo logró estar aquí?
—Si Malfoy no delató a Harry seguramente fue porque el cobarde presentía su inminente derrota, no le es leal a nadie más que a sí mismo. No le tomes tanta importancia, Mione —concluyó Ginny y Hermione no trató de retomar el tema.
Pero eso no quería decir que diera por olvidado el enigma que se presentaba frente a ella, se propuso averiguar por su cuenta qué había sucedido con aquella familia y porque Malfoy asistía todavía a clases en la mejor escuela de magia y hechicería.
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Desestabilidad [Dramione]
FanfictionSi Hermione Granger volvió a Hogwarts sin Harry ni Ron, y Draco Malfoy también asistió, pero esta vez señalado por el derrumbe de poder de su familia y marcado como un exmortífago. ¿Qué pasaba cuando ambos se topaban por los pasillos del castillo? ¿...