Capítulo 7

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Navidad

La mañana de navidad Malfoy se levantó con un fijo pensamiento, aprendió a guardarse para sí mismo todos los problemas que pusieran en vergüenza a su distinguida familia, reprimir llantos, frustraciones, temores, alegrías. Adoptó un temperamento extremadamente frio, poderoso por fuera pero mediocre por dentro.

Con pocas personas se relacionó íntimamente, pero aun así nunca permitió que lo conocieran realmente. ¿Por qué Hermione Granger le resultó la mejor candidata para desahogar sus aflicciones, sin siquiera utilizar los títulos de amistad?

Si había alguien que debía verlo humillado debía ser ella, así pagaría todas las veces que la hizo sufrir.

Cada que Granger lo miraba con indiferencia era como si ella todavía lo considerara con el poder suficiente para sobornar a quien sea. Lo miraba como el engreído y presuntuoso que solía ser.

Sabía bien que debía comenzar a ser mejor, pero ahora estaba decidido. Hermione Granger sería la testigo de su radical cambio, porque con cada desafiante mirada que ella le dedicaba durante las clases no solo le transmitió un anhelo por seguirle la corriente, de hallar placer poniéndose a prueba con la sabelotodo de Gryffindor, sino que conoció la confianza.

Se esforzaría por enmendar sus errores, no esperaba recibir absolutamente nada a cambio, tan solo buscaba el perdón de Hermione Granger.

Meditó durante largo rato sobre cómo se proponía iniciar su objetivo, dejó que la fina nieve que caía en el balcón de su dormitorio y los tenues rayos de sol filtrándose por la puertaventana lo inspiraran. Odiaba la navidad desde que los regalos dejaron de parecerle atractivos, entonces ese año prefirió dar y no recibir.

Hermione bajó a la sala común de Gryffindor arropada con el suéter que la señora Weasley le tejió con mucho cariño y esmero, porque para Ron y Harry todos los años el suéter era igual, pero ella se percató de que Molly ejecutaba diferentes técnicas de tejido para cada uno.

—Herms —la llamó Neville, con su pijama cuidadosamente planchada— ¿Quieres abrir los obsequios juntos?

Hermione asintió contenta, se sentó en medio de Neville y Ginny en un diván para iniciar a romper los empaques de sus obsequios. El primero que abrió fue de Ron, era un delicada cadenita de plata con un lirio de diget; luego siguió el de Harry, era un kit de bolígrafos muy sofisticados. Recibió cartas navideñas de sus padres y unos magníficos pendientes, por último estaba la bufanda de seda de parte de Ginny y pliegos de pergamino que Neville le envolvió curiosamente.

—Gracias Ginny —exclamó abrazando a la pelirroja—, Neville que oportuno con el pergamino.

—Lo imaginé —respondió sonriente—, más vale que termines hoy mismo tus deberes extra.

—Pero no te estreses demasiado, tu último baile de navidad será esta noche —recordó Ginny con optimismo.

—No debería asistir. El incidente en clase de aritmancia finalmente me enfermó durante las dos primeras semanas del mes y no quiero una recaída —recordó Hermione, acariciando con sus finos dedos la delicada bufanda—. Además Ron no estará, ¿con quién voy a bailar?

—Con nosotros, por supuesto —contestó Neville, empujando animadamente su hombro.

—Pero piénsatelo, no está bien exponer tu salud —recapacitó la menor de los Weasley—. Es solo un baile a fin de cuentas, ya habrá otro. ¡Anda abre tu último obsequio!

Desestabilidad [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora