Capítulo 6

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Una amenaza

No supo que lo impulsó a formular semejante pregunta y a hablar de una manera tan afable con la que únicamente se dirigía a su madre en ocasiones, solo sintió que estaba en deuda con Granger y que extrañamente la chica le transmitió lo que supuso sería confianza. No vaciló en mostrarse sincero y frágil, a pesar de que nunca aprendió a dar las gracias adecuadamente.

Quería que su agradecimiento fuera genuino, pero de repente sintió la necesidad de saber con certeza su él en verdad merecía continuar su vida renovado de todo su pasado. Odió que Hermione Granger tuviera que ser la más cercana en presenciar cómo sus errores lo iban a hacer pagar. Porque Draco Malfoy no solo debía dar las gracias, también debía pedir perdón.

Cuando Hermione entró a la clase de aritmancia Malfoy ya estaba en su habitual lugar del fondo junto a la ventana, caminó llena de seguridad hasta llegar a él.

—Buenos días —saludó. Malfoy levantó la mirada de lo que sea que estuviera escribiendo y alzó las cejas como respuesta, inmediatamente regresó a su labor.

—Ese deber es para dentro de un mes —mencionó ella, no sabía cómo iniciar la conversación. Malfoy encogió despreocupadamente los hombros—. ¿Qué harás durante navidad si te adelantas?

—A ti te importa bastante poco lo que decida o no hacer —la paciencia del rubio explotó. Hermione retorció nerviosa sus dedos.

—Lamento haber sido descortés el martes —Malfoy no la miró, de hecho pareció no escucharla—. No necesitas agradecer, lo que hicimos por ti lo habríamos hecho por cualquiera. Claro que nunca sabrás lo que es dejar de pensar en ti mismo, poner tu vida en riesgo por alguien más aunque sea una vez.

— ¿Has venido a disculparte o a juzgarme? Porque de ninguna manera pienso permitirte que me hables con tal confianza —espetó hostil, arrastrando las palabras y conectando firmemente con la mirada de Hermione—. Fui sincero, aunque no lo parezca apreció enormemente el gesto que no merecía, y si te importa poco mi agradecimiento pues que lastima.

—No era lo que quería decir. No necesitas agradecer, el perdón es otorgado para todos, el que decide qué vida elegir a partir de ahora eres tú. Una vida absuelta de pecados, penas, tragedias... O repetir las mismas transgresiones.

—Ahórrate tus compasivos sermones —bufó, frunciendo la frente—. Olvida lo que sea que dije ayer.

— ¿Por qué tu ego es lo bastante inalterable como para aceptar que en realidad puedes ser digno de algo bueno? —Hermione lo miró desafiante.

Para ese punto de la discusión estaba completamente confundido. Primero Hermione trató de llegar al tema hablando sobre los deberes para navidad, si ya tenía un propósito fijo, ¿por qué no solo exponerlo?

Luego, se mostró educada por algo que ni siquiera existía una razón coherente para ofrecer una disculpa, pero aquel odio que el mismo generó en el corazón de Granger fue el que terminó hablando, aunque ella lo trató de suavizar con un patético sermón.

Finalmente, Draco no deseaba, no en ese momento, la simpatía de Granger, no se arrepentía de haber sido agradecido y de haber mostrado su temperamento más cercano a lo agradable. Pero no soportaba continuar escuchando a la chica que sin el más mínimo temor le reprendía con sus verdades. ¿Quería ser educada o una sabelotodo?

Desestabilidad [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora