Cerca del final

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La vida resulta tan corta como un suspiro o debería decir que es tan breve como uno.

El silencio reinaba desconozco cuanto tiempo transcurrió, pero mi cuerpo en esta vida fue enterrado mientras lo observaba, me gusta suponer que fueron varios días. En esta vida tuve familia que me llorara, dijeron que era alguien bueno, no saben lo mucho que significó oír llamarme "bueno", con el historial de mi primera vida, es complicado y creo que me sentí bien.

También debo recordar que cuando sea llevada al ciclo volverá el problema de reencarnar, esto no es algo sencillo porque con cada reencarnación olvido algo más, mis recuerdos no permanecen, con mi memoria fragmentada con cada vida llegará el punto es que me trastorne.

Tras mi funeral había pensado que no volvería a vivir, dado que no reencarné sino he continuado vagando durante un tiempo prolongado hasta ser arrastrada por un viento ominoso a un sitio diferente, oscuro, infinitamente lúgubre, carente de luz y esperanza. Fue la primera vez que sentí que la luz del sol era tan agradable como una caricia y tuve miedo, un miedo atroz desde el fondo de mi alma, lo que era irónico, porque era un solo un alma justo en este momento.

- Estoy cansada...

Dijo en voz baja porque nadie me escucharía. Entonces los segundos se volvieron minutos y luego días, al final el tiempo parecía dejar de fluir y solo se sentía cuando el viento frío volvía.

Tiempo después, sin saber cuándo o como, un ser apareció. Dicha entidad no tenía una forma definida y aunque no podría ver su rostro sentí una rara miras de simpatía, algo que no había experimentado hasta el momento sin importar sus vidas previas.

- Pobre niña mía, viniste al limbo por quedarte sin reencarnar.

Tras una corta pausa, sentí como fuera envuelta en algo cálido y me alejara del sitio, dándome una sensación dulce y segura.

~Niña, es una lástima, pero no puedo dejarte normalmente en el flujo y eso no es lo peor.

Entonces aquella entidad me mostraría algo como un espejo. Vi mí cuerpo como algo transparente y un tono celeste, casi blanco, pero lo más importante fue que como me encontraba. Lo que vi no me gustó: era yo, el cuerpo de la primera vida, agrietado en muchos sitios y a punto de romperme. Tras haber vivido varias vidas, mi alma ahora es tan frágil como el cristal, llena de grietas y rota en más de un lugar.

No sé qué tan sorprendida estaba al ver mí reflejo en tal condición particular que no pude preguntar lo que pensaba, hasta que la entidad comenzó a hablar.

~ La larga pesadilla de la vida, la has vivido tantas veces. Lamento no poder ayudarte a descansar de manera definitiva, pero puedo darte mí bendición para tu siguiente vida.

Su bendición era algo especial y seguramente tendría que averiguarlo en la siguiente vida, a pesar de eso, dijo algo más que no pude entenderlo de todo.

-Parece que tu destino es otro, creo que pronto terminará porque tu alma no soportará todo el daño que se va acumulando. No sé quién te castigó o cuál es su objetivo, pero es mejor tener cuidado... hay...


Lastimosamente perdí las palabras que él quería decir al final, porque su existencia se hizo borrosa hasta que despareció, entonces cerré mis ojos y cuando los abrí de nuevo estaba en el cuerpo de un bebé.


Era el inicio de esta nueva vida.

El lugar del mundo donde estaba era en Estados Unidos, lo sé por los modismos que usan, tengo la ligera impresión que no soy bienvenida por las miradas que me dieron, parece que soy su peor enemigo.

Transcurrieron varios años y no soy muy apreciada, además de mis conductas asociales debida a los recuerdos de mis vidas previas o a la pérdida de estos.

- ¡Miella, apresúrate a la escuela!

La escuela es como cualquier otra, sin embargo, yo la llamo refugio. A diferencia de mi hogar donde los gritos se oyen cada momento, la escuela es un sitio pacífico y me puedo encerrar a leer en la biblioteca donde nadie me molestara.

He comenzado a llevar un diario para escribir mi propia historia y guardar mis recuerdos, sé que no parece ser algo que valga la pena, pero es significativo saber de dónde vengo, aunque desconozca a donde voy.

Y los años fueron pasando lentamente al igual que los estragos de mis recuerdos fragmentados, entonces raras dolencias comenzaban a apoderarse de mi quien debía sufrir en silencio, después de todo para mis padres era un estorbo que gastaba su dinero por solo respirar, lo que es irónico, dado que ellos despilfarraban en sus vicios mientras yo intentaba sobrevivir.

Cuando tuve la edad suficiente, creo que quince años; salí de la casa y busqué hacer mi vida, sin embargo, los problemas me seguían y mi mente fue agrietándose por la cantidad de recuerdos, me fui trastornando al punto de volverme loca, experimentando varios arranques de ira y episodios de demencia en los cuales terminé herida.

Aunque estaba preparada para un escenario así, no quería experimentarlo, por eso en un episodio de locura parece que decidí acabar con mi vida, saltando del lugar más alto posible a un río, donde las frías aguas me abrazaron por última vez.

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⏰ Última actualización: Oct 30, 2022 ⏰

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