La mordida era un tema interesante también.
Era pequeña, dos puntos oscuros amoratados en su cuello bajo la ropa.
Una simple mordida hecha con dos dedos y pintura, con suave fuerza ejercida para que durase más de cuatro días. Al tener la "mordida" significaba que era uno de ellos. Que ya podía convivir con ellos, saber su historia, sus recuerdos, sus secretos, como una nueva manada.
Una familia de monstruos.
No se equivocó al pensarlo así, pues apenas memorizo cómo hacer su mordida él solo sin ayuda de Jungkook, supo más de lo que le dijo el primer día que hablaron. Como que Yoongi realmente no era su hermano, si no su vecino que a veces cuidaba cuando sus padres salían a cazar. Que madame Dalca si había adoptado a Yoongi apenas lo encontró abandonado en el bosque sin rastro de sus padres, quizá pensando que era un vampiro real porque ningún bebé podía ser tan pálido y blanco naturalmente.
Jungkook tuvo alguna vez un hermano mayor que no recordaba al morir por enfermedad hacia unos años. Madame había crecido en su antigua aldea, siendo la curandera y partera líder. Y eso parecía ser todo.
Eso explicaba por qué el joven omega actuaba como lo hacía, como si fuera más inteligente de lo que demostraba y Taehyung no dudaba de que era verdad.
Creía que se debía a ser educado por una bruja que sabía tanto sobre tantas cosas. No se imaginaba cuánto más sabría Yoongi de vivir con ella más tiempo.
—Creo que realmente eres un vampiro —suspiró audible, doblándose en las rodillas del cansancio.
Cerca de él está el joven omega que recoge otra paloma que ha cazado sólo persiguiéndola, obteniendo una victoria más que Taehyung que apenas logró capturar dos ardillas. Era asombroso por donde lo viera. Más inteligente y más rápido también. Sin duda sería un omega destacado en el futuro que fácilmente podría sobrevivir sin ningún alfa.
—Soy un vampiro —dijo Jungkook, guardando la paloma en el bolso que carga en la espalda—. Es cuestión de práctica con tus poderes de vampiro. Descansemos.
Taehyung acató la orden recostándose con la espalda contra el suelo, cerrando los ojos. Jungkook se aguantó una risita porque verlo así era gracioso y adorable. Tal vez así lo había visto su padre o Yoongi cuando también le enseñaron a cazar sin trampas ni armas.
Jungkook se sentó a su lado dándole tiempo de reponerse. Miró la marca de "dientes" en el cuello descubierto del mayor por la ropa movida, recordando lo que Taehyung le había contado de sí mismo cuando le enseñó a hacer la mordida por su cuenta.
Era huérfano, eso ya lo sabía. Un indefenso cachorro que perdió a sus padres cuando fueron a cazar también. No tenía hermanos y su hogar fue dado a otra familia mientras él tuvo una nueva habitación en la choza de reposo con los demás que perdían a sus familias cada año en esas fechas. Al parecer su ojo nublado era natural de nacimiento, no recordando cuándo fue que empezó a usar el parche para cubrirlo del sol que a veces lo lastimaba.
El lobo en su interior se cuestionó muchas cosas, entre ellas si sería ese el motivo por el que quería hacer a Taehyung fuerte como él. Que pudiera protegerse en caso ser un omega del que quisieran aprovecharse, o un beta al que buscasen cargar de tareas. Porque él sabía, había visto el modo en que Taehyung era observado por algunos, como si sólo fuera un cachorro recién nacido del que esperan la hora de su muerte al no poder sobrevivir solo.
No le gustaba ver eso, a su lobo menos. Taehyung era un buen chico en lo que llevaban conociéndose. Y si los contaba era su único amigo hasta el momento además de Yoongi.
Si es que se le podía decir así.
—Esto es arena de perla —Taehyung abrió los ojos cuando lo escuchó decir, sentándose, mirando lo que Jungkook le mostraba desde su bolso. Un tarro redondo con un polvo gris dentro—. Son perlas del océano hechas polvo. Madre Dalca las usa con otras sales y así hacemos esto.
Señaló sus ojeras y alrededor de los ojos para explicar su punto. Taehyung lo miró más detenidamente asombrado del efecto que el polvo de perla parecía tener en la piel.
—Se ve muy real.
—Es real.
El temible monstruo le mostró los colmillitos en una riña. Taehyung soltó una risita que cubrió con su mano.
—¿Qué hay de los ojos? —señaló su mirada intensamente roja.
—¿Sabías que si comes mucha zanahoria tu piel puede ser naranja? —negó sorprendido—. Lo mismo pasa cuando mezclas frutos rojos y carne. Cuando tu lobo aparece, tus ojos son claros, si hay algo extasiándote como comer o correr, tus ojos pueden teñirse de rosa. Con la luz de día, en el fuego y reflejos nocturnos se ven rojos.
—Yo aún no tengo lobo —dijo cabizbajo. A lo que Jungkook le frotó el hombro.
—Pronto llegará.
—¿Cómo lo sabes?
—Soy un vampiro. Lo sé todo.
Tal vez fue su seguridad al decirlo que Taehyung sintió que podía confiar en él.
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gracias por leer✨
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Just a bit spooky / TaeKook
Short Story"Y cuando te ilumine la luna debes pedir dulce o truco." Tercer fragmento de "Cuentos de Temporada", una colección de cuentos cortos dedicada a mis cinco temporadas favoritas. 🌸San Valentín 🐇Pascua 🎃Halloween🎃 Día de Muertos Noche buena/Navidad ...